Dos fleteros de la empresa de comercialización de heladeras Lumen fueron procesados por secuestrar a un joven empleado de la firma y someterlo a una dura golpiza por orden del dueño del local, al parecer para que no denunciara haber encontrado estupefacientes en un vehículo de la empresa. Con el procesamiento de los fleteros ya son seis las personas que irán a juicio por la captura del muchacho. El propietario de Lumen, su mujer, un oficial de policía y un comisario completan la lista de imputados.
El secuestro se produjo el 3 de agosto pasado y tuvo como víctima a Javier Martín Roldán. El muchacho había trabajado hasta el día anterior en una sucursal que tiene Lumen en la ciudad entrerriana de Concordia, pero renunció a su puesto y regresó a Rosario -según sus dichos- al descubrir droga en un auto de la firma. Sus patrones lo habían acusado de sustraer 1200 pesos de la empresa, pero el joven asegura que se trató de una maniobra para desvirtuar sus dichos.
Roldán fue capturado en un quiosco cercano a la casa de sus padres, en Colombia al 1900. Un hombre lo encañonó y lo obligó a subir a un Renault 12 celeste donde lo esperaba un cómplice.
Simulacro de fusilamiento
De acuerdo a la denuncia, los secuestradores sometieron al joven un simulacro de fusilamiento en un descampado y luego lo trasladaron al local de la empresa Lumen, de San Juan 3778, donde fue duramente golpeado ante la mirada del dueño del local, su novia y un custodio. La víctima atribuyó el ataque a una intimidación para que no denunciara el hallazgo de estupefacientes y acusó a los fleteros de la firma de ser los ejecutores del rapto.
Ahora la jueza Raquel Cosgaya procesó a los sospechosos, Ariel Antonio Singarella, de 24 años, y Carlos Manuel Fiordelino, de 29, por privación ilegítima de la libertad.
Por el mismo delito ya habían sido procesados el dueño de Lumen, Sebastián Malvestitti, acusado de ordenar el secuestro; su novia Cecilia Mur y el comisario Tomás Florencio Díaz, por presenciar la golpiza; y el oficial de policía Jorge Moreyra por facilitar el auto a los secuestradores. Todos ellos recuperaron la libertad, ya que están imputados de un delito excarcelable.