Caracas. - El presidente venezolano Hugo Chávez anunció un severo ajuste presupuestario del 22% para enfrentar un déficit de más de 8.000 millones de dólares y pagar la deuda externa con las reservas, que sin embargo han caído fuertemente en los últimos meses. El plan incluye la libre flotación del dólar. "Pido la ayuda de todos", dijo Chávez al anunciar las medidas en un mensaje por cadena nacional, en el que se refirió a sus opositores y a los agentes del mercado en un tono inusualmente conciliador, y prometió "cambiar de mano" su "espada" de guerrero para dejarla en segundo plano. La caída del precio del petróleo y de las reservas internacionales dejaron poco espacio al pirotécnico presidente venezolano, quien atraviesa su peor crisis política y enfrenta un creciente descontento en las filas militares. Su "revolución bolivariana" verá así fuertemente redimensionados sus recursos, en un momento en que la reprobación popular, especialmente de los sectores medios, comienza a hacerse sentir, impulsada por la rebelión del coronel Pedro Soto.
"Estamos reconociendo vulnerabilidades económicas", acotó Chávez tras oficializar una reducción del presupuesto del 2002 en torno al 22%. Aseguró que, entre otras cosas, la economía venezolana sufre los coletazos de la crisis argentina, que habría limitado la colocación de bonos de deuda locales en el mercado foráneo.
Admitió que una importante fuente de ingresos del país este año se sustentaba en endeudamiento, pero el clima de incertidumbres y riesgos que ensombrecen a la región impiden contar con la venta de papeles de deuda en el extranjero. Asimismo, recordó que los atentados terroristas del 11 de septiembre a Estados Unidos afectaron la economía mundial y estimularon la caída de los precios del petróleo, principal riqueza y fuente de divisas de Venezuela.
El año pasado el presupuesto para 2002 fue aprobado con un precio promedio del crudo en 18,5 dólares por barril, pero ahora Chávez admitió que éste, a duras penas, llegará a 16 dólares este año.
El mandatario también admitió una fuerte caída de las reservas internacionales en los últimos meses, pese a que aún rondan los 10.000 millones de dólares y a las cuales se añade un ahorro de unos 6.000 millones de dólares por excedentes petroleros el año pasado.
A pagar la deuda externa
Aclaró que, "aunque no está rompiendo la alcancía", "llegó la hora" de emplear los ahorros para atender pagos de deuda externa y gastos vitales de la nación que incluyen salud y educación, catalogados de "sagrados" por el jefe de Estado.
El jefe de la "revolución bolivariana", suerte de proyecto corporativo resistido desde los sindicatos a los empresarios y la clase media, dijo que reducirá en cerca de 7 por ciento los gastos administrativos del gobierno central, pero "no vamos a tocar la inversión social" y, por el contrario, aumentará los gastos en las denominadas "escuelas bolivarianas" en las que los niños pobres cuentan con al menos dos comidas diarias.
Las medidas de ajuste también incluyen más impuestos, que fueron anunciados el mes pasado por el gobierno, y una modificación del régimen cambiario que permitirá al dólar flotar, según la "dinámica y la disciplina fiscal interna", dijo Chávez.
El mandatario hizo la reestimación de las perspectivas de la economía local en el 2002, pero hizo un llamado especial "a la oposición a no sabotear la buena marcha de la Patria, que es de todos", ante el agitado clima político que vive ésta nación.
El anuncio fue acompañado por un tono conciliador pocas veces visto en tres años de gobierno, con un Chávez pidiendo ayuda al país para "envainar la espada" y dejar atrás los enfrentamientos políticos.
En su primera aparición pública después de que el coronel activo de la Aviación Pedro Soto exigiera su renuncia, el mandatario obvió referirse a la protesta civil que generó el militar rebelde. (Ansa y DPA)