Lucas Ameriso / La Capital
Cientos de desocupados se inscribieron ayer en la Secretaría de Cultura (Estación Rosario Norte) para acceder a los 4.360 planes de empleo para jefes de hogar desocupados que se distribuirán en Rosario. Pero las chances de los aspirantes resultan remotas. El Servicio Municipal de Empleo ya registró a unos 90 mil rosarinos sin empleo. Ayer, en Wheelwright y Lagos, se percibió el poder que han conseguido las organizaciones piqueteras en el control de la ayuda social. "Esto es maneje político, porque si venís de parte de una agrupación barrial entrás como por un tubo", denunció indignado un desocupado de 35 años, con siete chicos a su cargo, que esperaba con paciencia su turno para anotarse. Hoy finalizará el plazo para la entrega de las fichas con los proyectos laborales y la correspondiente nómina de beneficiarios. Desde las 8 y hasta las 17 de ayer, las dependencias de la Secretaría de Cultura se poblaron de aspirantes a un plan laboral. Sobre la plataforma ferroviaria, jóvenes, mujeres y hombres de mediana edad llegaban con la ilusión a cuestas: acceder a una remuneración mensual de 200 pesos por un plazo de 90 días. El requisito: ser jefe o jefa de hogar desempleado con hijos en edad escolar, o tener a cargo un familiar discapacitado. Cada aspirante debe estar incluido dentro de un proyecto, ya sea para colaborar en las copas de leche, obras de desagüe o tareas comunitarias. El control de los planes nacionales abrió una silenciosa disputa entre el municipio y las organizaciones de base. "La aprobación de los proyectos y la distribución de los planes quedará definida en la Mesa Consultiva Municipal", repiten todos sus integrantes a coro. Ayer, sin embargo se escucharon voces que indican lo contrario. "Acá se está utilizando la política. Vienen punteros y te dicen por atrás que si venís de parte de una agrupación tenés más posibilidades, si no te quedás afuera del sistema y en el corralito de los boludos", graficó en medio de la cola José René, vecino de barrio 25 de Mayo. A su lado, un ex portuario de 50 años, también llegó tras una ilusión. "Ya tengo el certificado de desocupado y vine por mi cuenta, pero entran los piqueteros que fueron a Buenos Aires ( por la comitiva que viajó con el intendente Hermes Binner y se reunió con la ministra Chiche Duhalde) y se llevan ellos los formularios". Hoy será la última chance para los miles de desempleados rosarinos que buscan un lugar entre los 4.360 puestos laborales. La cifra suena irrisoria frente a los casi 90 mil desempleados que fueron registrados por la Intendencia (11 mil desde diciembre pasado). Mañana, los listados oficiales con los beneficiarios deberán girarse a la provincia y de allí al gobierno nacional.
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