El Banco Central de la República Argentina (BCRA) salió ayer a calmar a los ahorristas y el personal del Banco Galicia, cuya filial en Uruguay fue intervenida por la autoridad monetaria del país oriental. La decisión se tomó por 90 días ante "un problema de iliquidez" generado tras el retiro masivo de depósitos por parte de ahorristas argentinos en las últimas semanas, calculado en unos 534 millones de dólares. La entidad en Argentina evalúa la realización de un fideicomiso destinado a reprogramar los depósitos de la sucursal oriental a un lapso de dos años, aunque no descartó que "de aparecer un comprador", esa casa bancaria pueda ser vendida mientras dure la intervención oficial. Así lo reconoció una calificada fuente del banco que preside Eduardo Escasany, quien admitió haber estado en negociaciones durante la semana pasada con bancos extranjeros, aunque "sin éxito".
Al respecto, el ejecutivo reconoció que la idea inicial "es la creación de un fideicomiso contra toda la cartera del banco y a partir de eso, en función de la recuperación de la cartera de préstamos, se irá pagando en diversas formas que aún deberán ser establecidas", dijo.
"A pesar de las medidas que tomó el Banco Central del Uruguay (BCU) para intentar que su par de Argentina hiciera disponibles los recursos de los ahorristas, se tuvo que decretar la intervención", declaró la directora de la BCU, Rosario Mederos, quien en principio había hablado de 60 días de intervención.
En tanto, el BCRA señaló ayer que "en lo que respecta a las operaciones del Banco Galicia en Argentina, se implementarán, en caso que fuese necesario, todas las acciones a su alcance para no afectar los ahorros de los depositantes y la fuente de trabajo de los empleados, de acuerdo con las normas legales vigentes".
En el mismo sentido, y a través de un breve comunicado, la autoridad monetaria argentina remarcó que "las operaciones de Banco Galicia Uruguay y el Banco Galicia Argentina son independientes".
La funcionaria uruguaya, al confirmar la decisión por la que el banco permanecerá cerrado al público, argumentó que la entidad "no puede hacer frente al reclamo de los depositantes" para retirar mas ahorros. Reveló también que mantuvieron conversaciones sobre el tema con el Banco Central argentino.
Mederos sostuvo que la entidad "no puede hacer frente al reclamo de los depositantes" por "un problema de iliquidez", que dijo sólo podría resolverse si "desde Buenos Aires envían recursos". De todos modos, consideró por el momento improbable esa posibilidad, por las "restricciones" operativas impuestas por el corralito.
Preguntado sobre el tema, el viceministro de Economía, Jorge Todesca, no quiso opinar al sostener que el tema "es muy específico del Banco Central" argentino.
Las autoridades del Banco Galicia Uruguay, considerada la mayor banca privada de la plaza local, habían planteado la semana última sus graves dificultades a la entidad fiscalizadora, por lo cual se decidió la intervención.
Según las cifras oficiales, hace un par de meses figuraban depósitos por 1.500 millones de dólares, pero en las últimas semanas se fugaron 534 millones por parte de ahorristas argentinos.
En la Argentina, directivos del Banco Galicia denunciaron en las últimas semanas una suerte de campaña de desprestigio contra la entidad, independientemente de la mala imagen que el sistema bancario en general se ha ganado en el público.
Si bien los directivos del Galicia en Buenos Aires no quisieron suministrar los nombres de las empresas argentinas a las que la entidad otorgó préstamos aduciendo el estricto secreto bancario imperante en Uruguay, se pudo establecer de fuentes orientales que entre esas compañías se encuentran, entre otras, Concesionarias del Oeste, Autopista Ezeiza-Cañuelas, Empresa Distribuidora Eléctrica de Tucumán, Loma Negra, Coto, Eden, AES, Capex y Alto Palermo.
| |
La Ciudad
