La menor concurrencia de público a las casas de cambio de la city porteña fue índice elocuente de las menores tensiones que se registran en la plaza cambiaria, donde se detectó una vez más que la cotización del dólar estuvo empujada hacia abajo por las ventas minoristas de los ahorristas que se desprenden de divisas atesoradas semanas atrás.
El dólar billete en las principales agencias del microcentro se cotizó al cierre de la jornada a 1,75 pesos para la compra y 1,95 el tipo vendedor, aunque otras llegaron a convalidar para esa última punta hasta 2,00. En Rosario, en tanto, la brecha cerró 1,80/2,05.
Una plaza más calma
Los cambistas consultados aseguraron que hubo menor cantidad de operaciones y por montos poco significativos que promediaban los 300 dólares. En el circuito mayorista entre empresas la divisa norteamericana se cotizó a 1,93 y 1,96 pesos para ambas operaciones.
En una jornada sin mayores sobresaltos y en filas más cortas que las de los días anteriores en las entidades que ofrecían los mejores valores para la compra de divisas. En Buenos Aires, personal de la dirección de Migraciones realizó procedimientos para detectar indocumentados que operan como arbolitos ofreciendo sus servicios unos centavos por debajo de los valores que se consignan en las pizarras de las agencias.
También en la plaza mayorista la jornada estuvo más tranquila que en días anteriores.
Las pocas liquidaciones del sector exportador fueron suficientes para contener cualquier reacción del dólar, lo que evitó una vez mas la intervención del Banco Central en el mercado cambiario.
Según los comentarios escuchados entre los cambistas, el hecho de que el dólar no desbordara los 2,00 pesos desalentó a aquellos que estaban dispuestos a salir del sistema financiero para hacerse de efectivo, con el único propósito de transformar los pesos en dólares.