cartas

Sobre una nota de Saramago

Sin lugar a dudas el pedido que hace José Saramago en la clausura del Foro Mundial Social, reunido en Porto Alegre (Brasil), es motivo de reflexión. Sin lugar a dudas además, la publicación del texto completo recién citado, en el espacio de Opinión de este diario el 7 del corriente pasado es un paréntesis impecable entre tanta información desesperante. Cada ciudadano en esta agonizante Argentina es víctima de constantes injusticias. Quiero destacar un párrafo que sintetiza en la sencillez de sus palabras -propia de los grandes- la necesidad de expresar el cambio que como sociedad debemos promover. "Necesitamos una justicia compañera cotidiana de los hombres, una justicia para la cual lo justo sería el sinónimo más exacto y riguroso de lo ético, una justicia que llegase a ser tan indispensable para la felicidad del espíritu como indispensable para la vida es el alimento del cuerpo. Una justicia ejercida por los tribunales, sin duda siempre que a ellos los determinase la ley, más también, y sobre todo, una justicia que fuese emanación espontánea de la propia sociedad en acción, una justicia en la que se manifestase, como ineludible imperativo moral, el respeto por el derecho a ser que asiste a cada ser humano". Que así sea.
Gloria Bereciartúa