Una familia de la localidad de Piñero, 30 kilómetros al sudoeste de Rosario, fue asaltada por dos delincuentes encapuchados y armados con pistolas 9 milímetros, quienes se apoderaron de dinero, joyas y un auto, en un episodio calcado a otros tres ocurridos en distintos puntos del Gran Rosario en los últimos ocho días.
Los ladrones se llevaron 300 pesos, alhajas y el Renault 19 de los dueños de casa, que hasta ayer no había sido encontrado. Fuentes policiales admitieron que ya manejan la posibilidad de que todos esos hechos que se sucedieron a partir del 4 de febrero hayan sido cometido por un mismo grupo, conocido como la banda de los encapuchados.
El atraco tuvo como escenario la vivienda de la familia Perfetto, ubicada en la calle Jardín sin número de Piñero, una arteria pavimentada que corre paralela al principal camino de acceso al pueblo.
Poco después de las 22 del lunes, Miguel Perfetto, su mujer y sus dos hijos se encontraban cenando en el comedor de la vivienda. Como la temperatura ambiente era más que agradable y, por lo general, en Piñero no se vive tan pendiente de los problemas de inseguridad como en Rosario, la familia mantenía la puerta de calle abierta, al igual que el portón del pequeño almacén que tienen contiguo a la casa.
Alta tensión
Fuentes policiales comentaron que a esa hora aparecieron dos hombres encapuchados y armados con pistolas calibre 9 milímetros. Los maleantes ingresaron por la puerta principal de la casa que estaba abierta y sin llave y sorprendieron a los Perfetto cuando estaban por cenar. Una versión indicaba que los ladrones habrían llegado al pueblo a bordo de un automóvil blanco (un Corsa o un Ford Escort), que apareció por el camino de acceso al pueblo, el mismo que también conecta Piñero con Alvarez. Según ese relato, el conductor del coche dejó a los maleantes casi frente a la casa de los Perfetto y siguió viaje hacia el norte.
Lo cierto es que los Perfetto vivieron momentos de mucha tensión, según confió una fuente policial de Piñero. Los delincuentes los encerraron en una de las habitaciones de la casa y los dejaron allí durante más de 20 minutos mientras revisaban palmo a palmo la vivienda. Cuando lograron apoderarse de 300 pesos en efectivo, joyas y alhajas, fueron hacia el garage y se robaron el automóvil de la familia, un Renault 19 color bordó, patente BBD823.
Las fuentes consultadas estimaron que la banda pudo huir en dirección a Rosario, pero hasta ayer a la tarde no había ninguna pista firme. Además, como los maleantes actuaron con la cara cubierta las víctimas no pudieron brindar ninguna descripción a los investigadores.
Si bien ninguno de los integrantes de la familia fue golpeado, todos quedaron profundamente shockeados. A tal punto que, cuando La Capital intentó hablar con ellos prefirieron guardar silencio. "Todavía estamos muy nerviosos", adujo Miguel. Distintas fuentes consultadas por este diario coincidieron en que los autores de este atraco pueden ser las mismas personas que estuvieron atrás de los episodios de Villa Amelia, Soldini y hasta un crimen ocurrido el 6 de enero en Arminda, que tuvo como víctima al propietario de una estación de servicios y que todavía no fue esclarecido.
La primera coincidencia que presenta la secuencia de robos a mano armada contra casas de familia es que todas esas localidades se encuentran en la zona sudoeste del departamento Rosario. Los últimos tres episodios ocurrieron en distritos rurales prácticamente vecinos entre sí: Villa Amelia, Soldini y Piñero. Otro dato que apunta en esa dirección es la forma en que actúan los delincuentes: de a dos y siempre encapuchados; roban todo lo que encuentran de valor, dejan a sus víctimas atadas o encerradas y escapan en el automóvil de la familia asaltada. "No descartamos que sean de la zona y que por eso se tapen la cara", confió una fuente de la investigación.