Año CXXXV
 Nº 49.387
Rosario,
lunes  11 de
febrero de 2002
Min 20º
Máx 33º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






La realeza británica exhibió su congoja por la muerte de Margarita
Los miembros de la Corte lloraron a la hermana de la reina Isabel. Quisieron eludir así críticas por su frialdad

Familiares, amigos y súbditos se congregaron ayer para rezar por la princesa Margarita de Gran Bretaña, la rebelde de la realeza que murió a los 71 años, después de llevar una vida de glamour y sinsabores. Margarita murió el sábado en un hospital tras sufrir una serie de graves apoplejías. La respuesta de la gente fue silenciosa en comparación con la muerte de la princesa Diana en 1997. Solamente unas docenas de ramos de flores se depositaron frente al Palacio de Kensington, la residencia londinense de Margaret.
La familia real británica, sin embargo, expresó muy marcadamente sus sentimientos al hacer público su pesar por la muerte de la princesa Margarita, evitando la imagen de una monarquía inconmovible como sucedió cuando murió la princesa Diana en 1997. A las pocas horas del deceso de Margarita, el príncipe Carlos rindió a su tía un emocionado homenaje en una excepcional aparición televisiva, un marcado contraste con el glacial silencio real con el que acogieron la muerte de la princesa Diana.
Con la tristeza marcada en su cara, el príncipe habló de su "vibrante y querida tía". "Ella era una de esas personas excepcionales que, además de ser increíblemente vital y atractiva... tenía un talento increíble", dijo Carlos en un sentido homenaje a la hermana menor de la reina Isabel. Carlos, que es heredero del trono británico, el príncipe Carlos, estuvo ayer con su abuela, la reina madre, de 101 años en la residencia de Sandringham, ubicada en el este de Inglaterra.

La renuncia de la princesa
Margaret antepuso el deber a sus sentimientos cuando decidió rechazar a un oficial de la fuerza aérea, puesto que el protocolo establecía que una princesa no debía contraer matrimonio con un hombre divorciado y compensó esta decisión viviendo su vida con total plenitud.
"Siempre era noticia, pero uno sentía que nunca tuvo la felicidad que deseó", dijo Meredith Lawson, turista de Ciudad del Cabo, Sudáfrica, frente al palacio de Kensington, a donde fue trasladado el féretro de la princesa.
La familia real observará una semana de luto. La muerte de la princesa ensombrece los preparativos para las celebraciones de los 50 años de reinado de la reina británica. Frente a la fluctuante popularidad de la monarquía en el Reino Unido, y el temor consecuente expresado por el gobierno británico de que los festejos no resulten masivos, ayer se interpretaba que la exposición pública de los sentimientos de tristeza de los miembros de la realeza tendía a enfrentar los cuestionamientos por la poca emotividad que les adjudican.
Según se narró ayer en distintos medios de la prensa británica, en el interior del palacio se respiraba una atmósfera de profundo respeto hacia la mujer que desafió el aristocrático estilo de vida de la familia real.
Los británicos sabían que la princesa Margarita se hallaba enferma desde hacía tiempo, aseguraron hoy expertos en cuestiones de la realeza británica de la emisora Sky News. Por esta razón, la muerte de la princesa provocó un efecto bastante diferente del causado por la trágica e imprevista desaparición de Lady Di.
Su funeral se realizará el viernes en la capilla Saint George, en el castillo de Windsor, donde descansa su padre, el rey Jorge VI, quien falleció en 1952. (Reuters-DPA-Ansa)



Los funerales se realizarían el viernes próximo.
Ampliar Foto
Diario La Capital todos los derechos reservados