Buenos Aires.- La policía investiga una estafa que perjudicó a usuarios de Internet que compraron costosos televisores que nunca fueron entregados a través de un sitio de remates en la red, en un delito que se reitera al compás de la falta de ley en el país que regule al mundo virtual.
"La gente compra por Internet, se deja llevar por la comodidad y la propaganda pero no advierte que en Argentina todavía hay un vacío de leyes y por ello después, si es estafada, es muy difícil que recupere su dinero", explicó un comisario de la división Defraudaciones y Estafas de la Policía Federal que conduce la investigación.
La semana última esa división policial comenzó a investigar una nueva denuncia de estafas reiteradas cometidas contra al menos tres damnificados que compraron sendos televisores de un costo de 2.500 pesos cada uno a través del sitio de Internet "deremate.com".
Este sitio actúa como intermediario entre compradores y vendedores que ofrecen sus mercaderías en la red y no es responsable legal de eventuales perjuicios que ocurran en las transacciones, explicaron sus responsables ante los pesquisas.
De hecho, en Defraudaciones y Estafas rastrearon los orígenes de estas falsas ventas y se sorprendieron cuando llegaron como sospechosa a una adolescente de 19 años, estudiante de sistemas, de familia de clase media alta que vive en un 10º piso de Yerbal al 100, una elegante zona del barrio porteño de Caballito.
"Se abre una causa por estafa común, porque Internet no está legislada, aunque tenemos un grupo especial que trabaja muy bien investigando delitos en la red, porque se reiteran con demasiada frecuencia. Los damnificados difícilmente recuperan su dinero", explicó el comisario Osvaldo Cabral, de Defraudaciones y Estafas.
En este nuevo caso, las víctimas se contactaron en la red con una -se supo después- ficticia empresa llamada Alvarez Electrónica que ofrecía televisores de 38 pulgadas en remate y pedía el depósito del dinero en una cuenta abierta a nombre de la ahora sospechada.
Todos pagaron su compra, pero nunca recibieron los productos, ante lo cual uno de ellos denunció lo ocurrido en la fiscalía de instrucción 26 y el juzgado 20 de Juan Cicciaro, en Capital Federal.
"La gente que estafa en la red es sofisticada, cuando encuentra al cliente desprevenido aprovecha. También puede pasar en el mundo real. De hecho, a deremate.com entran 40 mil personas por día y desde que comenzamos a operar no tuvimos más de diez casos de estos", dijo Sergio Grinbaum, directivo de esa empresa de remates virtual.
Ocho de ellos fueron esclarecidos por la misma firma, que entregó los datos a pedido de la Justicia y en todos hay gente procesada aunque, también admitió Grinbaum, el dinero no se recupera. "Esta es una falencia de la ley argentina", sostuvo el empresario.
En enero último, Defraudaciones y Estafas detuvo a un joven mendocino que engañó a decenas de compradores virtuales en ese mismo sitio de remates: ofrecía componentes de computación pero enviaba baldosas.
En noviembre del año pasado, la misma división apresó a otro individuo apodado el "dandy de Internet" que conocía mujeres en chats de la red, ganaba su confianza y las estafaba con ventas fraudulentas de automóviles. Las engañadas fueron por lo menos cuatro.
En este caso los policías rastrearon el lugar desde donde chateaba el detenido, sus nombres ficticios, e-mails y hasta sus claves de un popular programa de chat en tiempo real conocido como ICQ. (Télam)
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Portada del sitio utilizado para hacer la estafa. |  | Ampliar Foto |  | |
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La Ciudad
