Año CXXXV
 Nº 49.387
Rosario,
lunes  11 de
febrero de 2002
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La crisis. Los propietarios se niegan a recibir títulos y quieren dinero efectivo
Desde hace tres meses la venta de inmuebles está paralizada
Operadores rosarinos dicen que las viviendas quedaron sin precio. Hay demanda pero la oferta se esfumó

Pablo R. Procopio / La Capital

Todavía es muy prematuro observar una tendencia en el comportamiento del mercado inmobiliario a partir de la pesificación lanzada por el ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov. Así coincidieron en señalar diversos operadores del ramo consultados por La Capital. Sin embargo, los agentes rosarinos prevén un crecimiento de la demanda fundado en el interés de los ahorristas por invertir en algo distinto a mantener el dinero en los bancos. De todos modos, desde hace unos tres meses las ventas son nulas al igual que los precios, que se forman por la oferta y la demanda. Esta situación generó un marcado nivel de retracción y una incertidumbre absoluta.
Los operadores están preocupados porque no vislumbran todavía ofrecimientos. "Es muy raro que el que tiene un inmueble quiera recibir un bono a cambio", dijo la empresaria María Cristina Fernández de González Theyler al referirse a los títulos públicos nominados en dólares que, según el gobierno, se podrán utilizar para adquirir autos o viviendas. En este sentido, el presidente de la Cámara de Empresas Inmobiliarias de Rosario, Alberto Bertollo, dijo que "nadie quiere esos títulos". Y luego se preguntó: "Cómo hacemos una escritura en estas condiciones".
Para González Theyler, "el idioma de los precios de los inmuebles está todavía en dólares y la gente no se acostumbra a hablar en pesos". Aunque, se deberá entender a partir de ahora que la moneda estadounidense ya no funciona como un indicador. Hasta el momento es difícil establecer precios porque, simplemente, no se generan operaciones.
Los dueños se evidencian reacios a aceptar ciertas reglas que pretenden imponer los adquirientes, es decir ofertar en pesos el mismo monto que antes se hallaba en dólares.
Si bien desaparecieron las transacciones, "ningún propietario aceptaría vender en pesos sin incrementar por lo menos el 20 por ciento", estimó Bertollo antes de expresar que "en rigor de verdad las únicas ventas realizadas refieren a necesidades especiales como la intención de saldar alguna deuda".
Los cambios en la economía generaron modificaciones muy profundas. El valor de las propiedades pasó a pesos y el corralito fue "nefasto porque es imposible poder acceder a un inmueble al tener el dinero incautado", sostuvo el secretario de la cámara, Carlos Beltramone.
Para el empresario, el ajuste en pesos es de un 25 por ciento. No obstante, estas modificaciones son todavía relativas. Las únicas operaciones "están siendo realizadas por gente que tenía su dinero en cajas de seguridad, por ejemplo", agregó.
Y fue todavía más concreto. "El mercado de las ventas no existe, porque las propiedades no tienen precio, no tienen moneda". Además consideró que si "no hay vendedores interesados no es posible formar precios y, así, nadie se puede manejar. Los propietarios no tienen señales para tomar decisiones en medio de la tormenta".
Mientras, los potenciales inversores que cuentan con la moneda extranjera no se animaron todavía con los inmuebles. Es más, desde que se inició el corralito, "las ventas cayeron un ciento por ciento", dijo González Theyler.
Además, hay que tener en cuenta que al año pasado fue "malísimo" por falta de demanda, aunque había mucha oferta.
Para ciertos comerciantes del rubro inmobiliario, debido a la situación actual, la inversión en un inmueble puede considerarse interesante, pero "el que tiene un bien de este tipo, no lo vende, excepto si se trata de una necesidad", dijo González Theyler. La operadora volvió a citar el ejemplo de los bonos. "Muy pocos quieren desprenderse de un departamento contra la entrega de un título".
Para Beltramone, "la inversión inmobiliaria va a ser muy atractiva de ahora en más, pero los bonos son chatarra", según dijo. "¿Por qué te vas a quedar con un papel que te lo van a pagar en años de una forma programada y con un dos por ciento anual de interés", se preguntó.
Y a la hora de que alguien pretenda pagar con un plazo fijo, las posibilidades para que el oferente cobre inmediatamente son inexistentes. "Nadie querría disponer del dinero en el 2003", finalizó.



Los propietarios sólo venden por necesidad.
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