El Diálogo Argentino, propiciado por el gobierno nacional y las Naciones Unidas y auspiciado por la Iglesia Católica, iniciará esta semana su segunda etapa con la conformación de cuatro mesas sectoriales que buscarán alcanzar un acuerdo en el marco de la concertación social.
El lanzamiento oficial de la primera de las rondas está previsto para mañana, con la presencia del presidente Eduardo Duhalde, quien participará de la mesa sociolaboral y productiva que se realizará en la Casa de Gobierno.
De este encuentro participarán también el ministro de Trabajo, Alfredo Atanasof, y los titulares de las tres centrales obreras, Rodolfo Daer (por la CGT oficial), Hugo Moyano (por la disidente) y Víctor De Gennaro (por la Central de Trabajadores Argentinos).
Las otras mesas sectoriales analizarán la reforma política y del Estado, la salud, la educación y la cultura en el transcurso de los próximos días.
Los organizadores del diálogo -lanzado por el propio Duhalde ni bien asumió el gobierno- aspiran a que el acuerdo final no vaya más allá de los últimos días de febrero, para que sus conclusiones puedan ser leídas por el presidente en el discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, previsto para el 1º de marzo.
La primera etapa de la concertación concluyó la semana pasada, por lo cual los obispos y los miembros del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y del gobierno ya no volverán a reunirse con representantes de los distintos sectores sociales, empresariales y laborales, tal como se vino realizando en la sede de Cáritas y en las oficinas de la ONU.
Por otra parte, los debates que se abrieron con el traslado de los miembros de la concertación al interior del país continuarán durante esta semana.
El miércoles próximo los miembros de la mesa de diálogo se trasladarán a las ciudades de Resistencia y Trelew, donde mantendrán reuniones con los gobernadores de las provincias del Chaco y Chubut -Angel Rozas y José Luis Lizurume, respectivamente- y con representantes de los sectores empresario, sindical, profesional y educativo.
Sin embargo, fuentes de los principales negociadores descartaron poder visitar todas las provincias argentinas argumentando una "cuestión operativa".
Los primeros viajes se realizaron a Santa Fe y Mendoza, donde dialogaron con los gobernadores Carlos Reutemann y Roberto Iglesias, respectivamente, y también concurrieron a la localidad de Gregorio Laferrere, en el partido bonaerense de La Matanza.
El capítulo santafesino del diálogo se celebró en Rosario, donde Reutemann recibió al titular de Cáritas, monseñor Jorge Casaretto, a la subdelegada de la ONU Susana Gato y al diputado justicialista José María Díaz Bancalari.
En la ocasión, Bancalari aseguró que "si no hay un acto de contribución grande que acompañe el inmenso esfuerzo que está haciendo la sociedad no vamos a llegar a nada". Más directo, Casaretto también se refirió al punto crucial de las negociaciones: "Todos los que han concurrido a las reuniones deben ceder algún espacio de poder".
Sin todavía un claro panorama de si los renunciamientos que pidió (en varias oportunidades) el prelado fueron puestos sobre la mesa, varios religiosos que tuvieron una labor importante en las negociaciones regresaron el fin de semana pasado a sus provincias. Se trata de los obispos Carmelo Staffolani, de Santiago del Estero, y Juan Carlos Maccarone, de Río Cuarto.
Ambos tomaron esa iniciativa para "trabajar con mayor silencio" y avanzar con las conclusiones de las que serán las últimas etapas del Diálogo Argentino abierto tras la crisis política que atraviesa el país desde fines de 2001, revelaron fuentes ligadas a la concertación social.
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Cassaretto y Reutemann, el diálogo social en Santa Fe. |  | Ampliar Foto |  | |
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La Ciudad
