La Línea de Apoyo al Menor Maltratado (102) "está por colapsar". Así planteó la situación el presidente del Teléfono Amarillo, Julio Coronel, quien además recordó que "la Municipalidad tenía que hacerse cargo del pago de las líneas de teléfono, pero nunca lo hizo en tiempo y forma porque deben más de un año". Las autoridades del servicio no sólo reclaman al municipio que cumpla con lo estipulado por un decreto del Concejo Municipal, sino que advirtieron: "Estamos trabajando a media máquina y si no se soluciona, la línea va a desaparecer". Fueron más de 8.200 llamados los que ingresaron al Teléfono Amarillo desde que comenzó a funcionar en enero de 1994, de los cuales el 35 por ciento fueron casos que llegaron a solucionarse. El servicio se sostiene gracias a donaciones y aportes de particulares.
"El pedido que hacemos no es un capricho, sino que hay un decreto en el que se establece que es la Municipalidad la que se hace cargo del pago del teléfono. Y además, el teléfono es el corazón de nuestro trabajo", explicó Coronel. La cuestión es más que clara ya que el servicio que se presta se realiza a través del teléfono. "Si no lo tenemos, es imposible trabajar", advirtió Coronel.
Y como si fuera poco el presidente de la comisión directiva de la Línea de Apoyo al Menor Maltratado no sólo dijo que el intendente Hermes Binner no quiere recibirlos, sino que además aseguró: "El tema es terriblemente manoseado.: no nos atienden y cuando nos citan para una audiencia, nos dejan plantados. Está claro que nos quieren sacar del medio".
Así, desde hace tiempo la línea de teléfono sobrevive gracias a las donaciones que realizan algunos particulares y los aportes que realizó varias veces el gobierno provincial.
"Pero ahora corremos riesgo de desaparecer y esa sería una gran pérdida para la comunidad", admitió Coronel.
La coordinadora del área operativa del Teléfono Amarillo, Ayelén Rodríguez, aseguró que "fueron más de 8.200 denuncias las que se recibieron desde el 94 y entran unas 30 llamadas por mes".
Según consideró la coordinadora del servicio, "el hecho de que el promedio de denuncias mensuales haya disminuido no sólo se produjo porque la gente tiene miedo a las represalias, sino además porque la sexualidad y el maltrato infantil siguen siendo temas que no se hablan abiertamente".
Del total de denuncias que se presentaron, el 75 por ciento eran casos de maltrato físico y el 20 por ciento accidentes que se produjeron por negligencia de los padres. Mientras que sólo el 5 por ciento correspondían a llamados por abuso sexual de menores.
Resolución de casos
Además, de todos los casos que entraron a la línea de apoyo al menor maltratado el 35 por ciento fueron resueltos por los operadores y los profesionales que trabajan allí ad honórem. Mientras que el 40 por ciento fueron derivados a otras instituciones, el 10 por ciento son casos que ahora están en manos de la Justicia y el 15 por ciento se "cancelaron" por falta de datos, o bien porque luego de un seguimiento se supo que la denuncia no era verdadera.
"Esto se hace todo a pulmón y es importante que podamos seguir trabajando", afirmó Ayelén Rodríguez, quien sin embargo destacó el apoyo que reciben de parte de la Fundación Villavicencio.
"Los casos de desapariciones de chicos que después son encontrados muertos son terribles, siempre nos shockean mucho", contó Rodríguez.
"Pero uno de los casos más terribles fue el de un padre que había cometido incesto con su hija de 13 años y la dejó embarazada. La chica tuvo el bebé y después el hombre los maltrataba a los dos. Luego de la denuncia que realizó un familiar, el hombre fue preso", relató la coordinadora del servicio.
La Ciudad
