Buenos Aires (Enviado especial).- Central no tiene nada para regalar. Y, aunque a la mayoría de sus hinchas no les guste, debe jugar con inteligencia para no derrochar nada. Con esta ecuación bien aprendida comenzó a caminar en el Clausura. Y por lo visto en esta presentación en cancha de Lanús prefirió hacerlo como esos chicos que dan sus primeros pasos recién a los catorce meses. Cuando ya están seguros de pararse firmes y sin temor de caerse. Teglia analizó la situación global (futbolística, económica, institucional), y priorizó este andar. El punto de visitante es bueno, al menos en el arranque. Para saber hasta dónde puede arriesgar.
La lógica consecuencia de esta postura muestra un fútbol poco atractivo a la vista. Más afecto a lo numérico, con la premisa de servir como punto de partida. Y es válido.
Consciente de esto, el equipo adoptó una táctica clara de hacerse fuerte de atrás hacia adelante. Por eso importó más el cero en su arco que el reflejado en el de enfrente. La actitud fue lo más valioso, clave para cumplir el primer paso del plan. El elegido para sumar esos 30 puntos que espera Daniel Teglia. Los que necesita Central para no tener que preocuparse en esa tabla de promedios que amenaza feo de cara a la temporada 2002/2003, que lo proyecta en el último escalón.
Lograr firmeza defensiva, intentar en los momentos oportunos y conocer limitaciones para no equivocar el rumbo fue la táctica inicial. Así se presentó el equipo auriazul en campo granate. Para no ser sorprendido, para buscar con esas trabajadas jugadas en las que Líber Vespa casi hace estallar a la popular. Con dos cabezazos que nadie esperaba y que el travesaño se encargó de devolver en forma consecutiva, apenas pasados los diez minutos iniciales.
Y si Central no puede regalar nada, Lanús tampoco. Ni tiene las armas como para atreverse a más. Limitado, sin ideas y con escasos recursos. Por eso el desarrollo cayó en picada y el primer tiempo no dejó lugar para que el entusiasmo se traslade a los espectadores. Entonces se escucharon voces de aprobación limitada. Como el buen trabajo de la defensa canalla, de la reaparición de Vespa y de la ilusión por alguna explosiva corrida de Arias.
Para la segunda mitad no había que cambiar demasiado si la idea era asegurar el punto. Y Teglia prefirió no apartarse del camino elegido. Lanús sí se animó un poquito más con el ingreso de Coria, lo acentuó con la presencia de Salomón, pero demostró su falta de poder ofensivo y cayó en la telaraña tramada por Central y sólo asustó con algún que otro remate de lejos.
No cabían dudas de que el 0 a 0 quedaría sellado, a menos que alguno de los protagonistas se equivocara. Sólo restaba que el reloj llegara al minuto 90 para que el reparto de puntos conformara a todos. Empezar sumando es bueno, sobre todo cuando la necesidad supera al gusto futbolístico. Cuando se impone caminar con paso seguro. Cuando el punto sirve de partida.
Síntesis
Lanús: \Pontiroli 5, Ramón 5, Galván 5, Hoyos 5, Daniele 5 (70' Salomón), Carboni 6, Pagés 5, Coyette 5, Betancourt 4 (46' Alvarez 5), Belloso 5, Ariel López 4 (71' S. Coria) \Suplentes: Claudio Flores y Giannunzio. Técnico: Carlos Aimar.
\Central: \Tombolini 5, Talamonti 5, Canals 5, Daniel Díaz 5, Rivarola 5, Cappelletti 5 (80' Figueroa), Erroz 5 (80' M. Quinteros), Vespa 6, Ferrari 5, De Bruno 5, Arias 6 \Suplentes: Castellano, M. González y J. García. Técnico: Daniel Teglia \ \Goles: No hubo. Amonestados: Carboni y Coyette (L), Arias y Canals (RC). Expulsados: No hubo.
Cancha: Lanús. Arbitro: H. Elizondo (6). Recaudación: $ 19.140.
La Ciudad
