River Plate jugó como para perder, pero entre la palidez de Talleres de Córdoba y la reacción que tuvo en los últimos cuatro minutos quedó con una victoria tan desteñida como valiosa. Fue 3 a 1, pero tranquilamente pudo haber sido empate o hasta derrota del equipo de Ramón Díaz, a quien el juvenil Germán Lux lo salvó del incendio con una atajada clave ante Federico Astudillo cuando la chapa todavía seguía igualada.
River quedó en deuda futbolísticamente y sufrió el desarrollo hasta los 86' de juego. En ese momento, Cristián Manfredi lo derribó a Eduardo Coudet dentro del área y Ariel Ortega puso el 2 a 1 de penal. Y tres minutos más tarde, el jujeño lo liquidó con un golazo propio de su clase, aunque no jugó un gran partido.
Además de haber ganado sin jugar bien el valor de la victoria se agiganta si se repara en que River afrontó el compromiso con un hombre menos durante 15' por la expulsión de Ricardo Rojas, consecuencia de una doble amonestación.
De entrada, River se encontró con un Talleres que le planteó un cerrojo en la mitad de la cancha. El equipo local arrancó dormido, sin sorpresa, con Ortega y D'Alessandro reiterándose en imprecisiones.
Por eso el desarrollo era trabado, sin acciones de riesgo. Talleres tampoco complicaba en ofensiva, pero igualmente el debutante Pedro Ojeda se las ingeniaba para molestar con su físico corpulento.
Así las cosas, River necesitó de un grave descuido del fondo visitante para ponerse en ventaja. Iban 22' cuando Víctor Zapata habilitó en profundidad a Fernando Cavenaghi y el juvenil aprovechó la desatención de Sotomayor para definir bajo ante la salida de Cuenca.
Atento al escaso poder ofensivo de su equipo, Mario Ballarino decidió el ingreso de Federico Astudillo por Gabriel Roth y ganó presencia ofensiva. Hasta que a los 42', Santiago Del Soto despejó largo desde el fondo, Ojeda la cabeceó hacia atrás en tres cuartos de cancha y Astudillo aprovechó la siesta de Garcé y Celso Ayala para poner el empate.
El segundo tiempo de River resultó poco menos que paupérrimo. El equipo parecía dormido, chocaba reiteradamente ante las dos líneas de cuatro que le opuso un Talleres que con el correr del tiempo perdió el pudor para refugiarse en su campo.
Se fue expulsado Rojas y, en una de las contadas ocasiones en que Talleres se dio cuenta de que podía, Lux salvó espectacularmente con el pie ante una entrada franca de Astudillo, de muy buen trabajo.
Hasta que Ortega se redimió con sus dos goles de una actuación deficitaria y River se encontró con el triunfo.
Eso sí, para aspirar a ganar el Clausura y la Libertadores deberá mejorar. Y mucho. (DyN)
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La Ciudad
