Año CXXXV
 Nº 49.387
Rosario,
lunes  11 de
febrero de 2002
Min 20º
Máx 33º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






Huracán empezó con una sonrisa

Huracán logró cambiar la actitud timorata de la primera etapa y se quedó con una justa victoria por 2 a 0 en su visita a Chacarita, que tuvo un deslucido desempeño en el cotejo que ayer disputaron por la primera fecha del torneo Clausura.
Los goles del equipo de Parque Patricios fueron conseguidos por el defensor Sebastián Morquio y el juvenil Emanuel Villa, ambos en la segunda etapa. Chacarita jugó todo el segundo tiempo con uno menos por la expulsión del volante Ariel Rosada en el último minuto del periodo inicial.
Arrancó mejor el funebrero y tuvo en Rivero al motor generador de la mayoría de las acciones ofensivas, pero pasado el primer cuarto de hora, Huracán emparejó en el medio aunque sin profundidad. Así, el partido se hizo deslucido, monótono y aburrido.
Sin embargo Chacarita dispuso de las mejores opciones, aunque le faltó precisión en los últimos metros para concretar ante el arquero rival.
En ese lapso, Huracán abusó del pelotazo para el paraguayo González como única alternativa en materia ofensiva, pero el juvenil delantero prácticamente ni la tocó.
En el segundo tiempo cambió el panorama, Chacarita con uno menos (había sido expulsado Rosada) se tiró atrás buscando alguna contra que tardó en llegar. En cambio, Huracán se decidió a ser el protagonista del partido, crecieron Padra, Buján y el Flaco González en el medio y la pelota estuvo siempre en los pies de los dirigidos por Brindisi.
El primer grito de la tarde llegó a los 21. Después de un tiro de esquina ejecutado por Fernández desde el sector izquierda, Lucho González le pegó de primera, el Flaco Vivaldo ofreció rebote que le quedó servida para la palomita de Morquio. Y el uruguayo goleador no perdonó.
En una contra, Huracán gritó por segunda vez cuando Villa con una soberbia definición selló la suerte de los muchachos de Chiche Sosa.(DyN)


Diario La Capital todos los derechos reservados