La obra pública pinta en Rosario un panorama más que incierto. Los trabajos se han paralizado y por ahora hay que acostumbrarse a transitar por las calles, accesos y veredas en mal estado y esperar que con el tiempo se reparen. Y también se convertirá en algo cotidiano ver cómo los grandes emprendimientos están paralizados. Y seguir soñando con los proyectos que alguna vez se anunciaron y que la coyuntura económica ha postergado.
Obras como el nuevo Hospital Clemente Alvarez y el Centro de Distrito Sur están detenidas. Los otros distritos municipales proyectados y la remodelación de cinco accesos viales internos cuentan con crédito internacional, pero no avanzan por falta de fondos locales. La pavimentación de calles y los nuevos desagües no pueden comenzar. Hasta la construcción del puente Rosario-Victoria se parará.
El área de Obras Públicas pasó a ocupar los últimos lugares entre los alcances presupuestarios. La prioridad la tienen la promoción social, la salud y el empleo, más allá de que las obras son una fuente genuina de puestos de trabajo. Lo que pasa es que no hay dinero para encararlas.
A nivel municipal, el intendente Hermes Binner ya anunció que habrá recortes en ese rubro y el presupuesto previsto para este año caerá casi a la mitad respecto del de 2001. "Apenas habrá dinero para bacheo, limpiar zanjas y arreglar veredas", admitió la titular de la repartición, Patricia Sandoz.
En el presupuesto provincial, el ítem de Obras Públicas aparece en el rubro "otros". "Estamos junto a Ceremonial", graficó un funcionario del sector. En la Nación, ni siquiera está designado el responsable de Infraestructura. Y las áreas en cuestión dependen de Economía. Todo un signo.
Panorama incierto
Las obras programadas en Rosario que se financian con créditos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) están avanzadas desde el punto de vista técnico. Los proyectos para los centros de distrito y los accesos internos están presentados. Pero el municipio no tiene fondos para llamar a licitación y pagar los costos impositivos, según admitió a La Capital el secretario de Hacienda, Angel Sciara.
"Me irrita no poder usar los recursos externos por no contar con dinero propio para las obras, pero no me resigno a perder la oportunidad", confesó el funcionario.
Esto tiene que ver con la caída de los recursos propios del municipio (recaudación más coparticipación), que van de los 23 millones de pesos mensuales (de promedio en el 2001) a los 14 millones (en enero pasado), cuando sólo se deben destinar 11 millones para el pago de sueldos.
Y esto impacta de lleno en el reparto de fondos para obras públicas. Según datos oficiales, el presupuesto bajará de los 54 millones de pesos de 2001 (49 millones ejecutados) a 28 millones para este año. Pero con este promedio ni siquiera será posible cumplir con ese plan.
Por lo tanto, los emprendimientos financiados por los rosarinos son los más afectados. Este es el estado de situación: \Nuevo Heca: El más complicado. Falta ejecutar el 60 % de la obra e invertir 11,5 millones de pesos. Se cumple la tercera de las seis etapas previstas, aunque con plazos reprogramados por falta de dinero. Los llamados a licitación están suspendidos. Lo peor que puede pasar es que se convierta en un nuevo "monumento al pozo".
Distrito Sur: Está avanzado en un 82 %, pero ahora no se trabaja. La constructora entró en concurso. El municipio intenta mantenerlo para que no se deteriore.
Otros centros de distrito: El del centro está por adjudicarse, el Noroeste tiene proyecto y el Sudoeste está en stand by. Ninguno escapa a la realidad descripta.
Accesos internos: Los cinco proyectos ya están presentados al BID. Tampoco se puede avanzar por ahora.
Doble traza de Junín: Se habilitaría este mes. Falta retirar la cartelería y poner un semáforo en la esquina de Caseros.
Zanjeo: El mantenimiento está concesionado a tres empresas. La que se ocupa de la zona norte y noroeste tuvo problemas, también el municipio se atrasó en los pagos y desde mañana colaborará en la limpieza de las zanjas de ese sector.
Pavimentación de nuevas calles: está parada por falta de fondos.
Desagües: Para este año están programados los secundarios La Salle y Bielsa. Por ahora, frenados.
Este panorama se repite con otros proyectos. Y también en la iniciativa privada, con la paralización de las inversiones en el complejo de Jumbo y el Scalabrini Ortiz.
A la falta de fondos se suma la incertidumbre con los insumos. . "No hay precios y sólo te venden en efectivo", planteó Sandoz, algo que mañana, con el régimen del dólar libre, puede empezar a cambiar.
En definitiva, Sciara dijo que "hoy no se puede hacer nada" en materia de obras públicas, salvo el mantenimiento. "Hoy sería irresponsable anunciar un proyecto, ni siquiera me animo a firmar un contrato de obra", concluyó.
En cuanto a las obras públicas para Rosario que dependen de la Nación, también es incierto su futuro.
Puente Rosario-Victoria: la empresa para la obra en marzo por falta de financiamiento. Ya planteó rever el contrato.
Accesos y Circunvalación: Su reparación y mantenimiento serán financiados con créditos externos y contraprestación estatal. El contrato estaba a punto de adjudicarse cuando se fue De la Rúa. Ahora hay que pelear para que los fondos públicos figuren en el presupuesto 2002.
Autopista a Córdoba: Un tramo lo construye el concesionario de la ruta 9, otro la Nación. Quedan 150 kilómetros sin definir.
Autovía en la A012: En los comienzos de su ejecución, a cargo del concesionario Servicios Viales.
Claro, nada es definitivo. Las concesiones deben renegociarse por la ley de emergencia económica. Y a la hora de recortar, siempre se echa mano al plan de obras.
La Ciudad
