Medio centenar de personas se manifestaron ayer con un cacerolazo en la ciudad española de Santander, ante la sede del Banco Santander Central Hispano (BSCH), mientras se celebraba su junta de accionistas, por considerar que la entidad bancaria influyó directamente en el "empobrecimiento, la ruina y la crisis social por la que atraviesa la Argentina". La movilización fue convocada por el Movimiento de Resistencia Global (MRG).
Los manifestantes desplegaron una pancarta con el lema "el Banco de Santander roba y empobrece al pueblo argentino", mientras entregaban a los ciudadanos un manifiesto en el que remarcan su apuesta por la "globalización de las resistencias y la solidaridad" antes que a favor de la "globalización económica".
El cacerolazo se desarrolló sin que se produjeran incidentes de violencia y fue escoltado por un amplio despliegue de efectivos de la policía nacional, que identificaron uno a uno a los manifestantes.
Un portavoz de la organización convocante opinó que la situación que atraviesa la Argentina es un ejemplo de los "perniciosos efectos de la globalización capitalista", y señaló directamente al BSCH como "uno de los culpables" de la crisis económica y social de Argentina.
Cómplices
En el manifiesto entregado por MRG se señala tanto al BSCH como al Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) como "cómplices" de la violenta fuga de capitales que sufrió recientemente la Argentina.\En la junta de accionistas, Emilio Botín pidió a las autoridades reguladoras una modificación en las normas contables para que las compañías financieras europeas no estén en inferioridad de condiciones frente a sus competidoras estadounidenses.