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Coca y su bicicleta

Esta vez Coca baja con su bicicleta por el ascensor. Siempre lo hace por la escalera, pero un intenso dolor en la cintura se lo impide. El reglamento interno del edificio de Salta y Moreno prohíbe utilizar el ascensor para subir o bajar bicicletas; pero también, tener perros en los departamentos, hablar en los pasillos del edificio y dejar sifones al sodero que entorpezca el tránsito de personas en los palliers. Aunque, el reglamento, como toda ley, conoce de excepciones y privilegios. Margarita, la encargada del edificio, es una jueza "sin vendas", porque le señala la infracción a Coca, pero hace la vista gorda con muchas otras más severas y que, además, no reciben sanción. ¿O alguien cree que los hechos se juzgan y sancionan con imparcialidad? Si pensamos en la Argentina, de lo particular a lo general, vemos que esto se repite donde se busque, ¿o no? Los mayores delitos económicos se producen en países como el nuestro donde la impunidad está garantizada. Acordate de nuestros ex presidentes y, después, decime si exagero, ¿o no?
Daniel Marocco