| | Cura Brochero: Un oasis para toda la familia
| Jorge Pennachione
A la región de Traslasierra, situada detrás de las Altas Cumbres, se llega desde hace unos años por un camino asfaltado que acortó la distancia entre la ciudad capital y esa zona del oeste de Córdoba, poblada de pintorescas localidades ideales para las vacaciones y el descanso. Entre ellas está Villa Cura Brochero, nombre de quien cumplió su misión evangelizadora a lomo de mula por inhóspitos caminos serranos. Actualmente se están siguiendo en el Vaticano los pasos necesarios para santificar al sacerdote José Gabriel Brochero. Esta villa, cercana al centro turístico de Mina Clavero, fue fundada en 1864 por el padre Francisco Aguirre con el nombre de Villa del Tránsito, y adoptó su actual denominación en 1916. Es una de las poblaciones más antiguas de Traslasierra. En ella se encuentra la calma y la hospitalidad de los pueblos serranos, y también el río Panaholma, de aguas templadas, una buena combinación para el ocio de los veranos. La villa tiene varios balnearios, entre ellos el municipal, cerca del centro urbano; Las Maravillas, aledaño a una quebrada, y Los Cedros, todos sobre las orillas del Panaholma. Este último está en la desembocadura del río Mina Clavero, en las nacientes del río de los Sauces. Tal vez el más popular sea el balneario del Toro Muerto, llamado así por la forma de las rocas que lo rodean, y que enmarcan una enorme y profunda olla de agua sobre la que desciende el chorro de una cascada de más de quince metros. Las familias y los muchos visitantes disfrutan de la tranquilidad de estos balnearios hasta bien entrada la tarde, cuando las sambullidas dejan paso a cabalgatas y bicicleteadas, y también a excursiones hacia cercanos circuitos turísticos. A la noche la movida de Villa Cura Brochero se concentra en la plaza, donde siempre es posible escuchar las melodías que ejecutan grupos musicales y disfrutar de los cantores nativos. Esa plaza principal, la Centenario, tiene en su centro una estatua de bronce que recuerda a Brochero. La obra pertenece a Alejandro Pereckrest y fue inaugurada en 1922. También es motivo de interés turístico el Museo Brocheriano y Casa de Ejercicios, que en 1974 fue declarado monumento histórico nacional y que está dividido en varias salas. En la sala "Comechingones" hay hachas, puntas de flechas y morteros, y otras herramientas y enseres de los pueblos nativos. Asimismo, en la sala "Los vecinos" se reunieron objetos que pertenecieron a la Iglesia del Tránsito y a otras capillas, y en la sala "Las hermanas" está gran parte de la obra realizada por las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús. (Télam)
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