Entre los muchos atractivos que Santa Rosa de Calamuchita brinda a los veraneantes, los artesanos forman parte de otra faceta interesante de conocer mientras se disfruta de las bondades del clima y la belleza del paisaje. Esculturas, tejidos en telares y productos naturales de granja son algunos de los elementos a los que los turistas pueden acceder para alternar con las actividades recreativas que la Dirección de Turismo de la Municipalidad tiene organizadas para esta temporada.
El Campito es una granja ecológica de unas 13 hectáreas que funciona sobre la ruta provincial 5, en el kilómetro 93, a no más de 40 cuadras del ingreso a Santa Rosa. A cargo de sus dueños, Domingo Morais y Patricia Ferela, los visitantes son guiados por las distintas actividades que allí se realizan en forma absolutamente caseras. A medida que avanza la recorrida por el lugar explican cómo se crían los conejos, ovejas, gallinas, patos, vacas y cerdos. La tarea más importante es el tambo, que permite una producción diaria de 10 kilos de dulce de leche sin conservantes, según la tradicional receta de nuestras abuelas.
La entrada para pasar el día es sin cargo tanto para los turistas como para las delegaciones escolares. Sin embargo, se ofrece a precio muy accesible la merienda campestre. Por sólo 3,50 pesos se sirve mate cocido, salames, morcillas y otros fiambres, acompañados por un exquisito pan, todo casero y hecho en el lugar con ingredientes propios. Dulces y mermeladas, huevos frescos, quesos, miel y hasta licores, completan la saludable oferta de una canasta familiar.
Sobre el camino que conduce a Villa General Belgrano se encuentra otro establecimiento ecológico, Yulín (voz mapuche que significa abeja), dedicado exclusivamente a la apicultura y la elaboración de su producción de la miel y sus derivados, con una capacidad de hasta 12 mil kilos al año, integrando lo que se denomina como la ruta de los sabores serranos. A poco de entrar, el visitante se encuentra con una muestra de todos los elementos que se utilizan para el trabajo, algunos de vieja data.
En una prolija sala debidamente acondicionada todas las bondades de la miel y su elaboración son objeto de una larga explicación de su propietario, Julio Guzmán, un profundo conocedor de la especialidad. Allí se exponen trozos de panal en distintas etapas de producción conteniendo la miel y la cera de elaboradas por las abejas, junto a los licores artesanales. La charla se extiende a las características y cualidades del propóleos, tanto líquido, en crema o pastillas, con un altísimo grado de pureza. No escapan al comentario las bondades y cualidades de la jalea real y el polen, con sus beneficios y dosis, su conservación y usos.
Creatividad en el telar
Oriundo de Córdoba, Marcelo Corsini, despliega en el telar su creatividad en materia de tejidos artesanales de la región, procurando adaptarse a la ola de productos de origen extranjero. Con lanas de la zona realiza trabajos bajo pedido o de acuerdo con las necesidades de sus clientes, ofreciendo una buena calidad de las distintas texturas que logra en sus trabajos.
Rodeado de una verdadera maraña de hilos multicolores que van y vienen entre mecanismos que suben y bajan, y haciendo gala de una gran habilidad, Corsini mezcla tonalidades y formas para el diseño solicitado. "Aunque la ganancia no es mucha porque no se puede industrializar para no perder la esencia de la artesanía, estamos procurando que se sume mucha gente de la zona a este trabajo tan especial. La idea es que generemos recursos propios que de alguna manera aporten al atractivo turístico que tiene Santa Rosa", explicó a La Capital.