En un momento por demás complicado para la Argentina, el tenis le sigue dando al aficionado a las raquetas motivo de sonrisas. Guillermo Cañas y Lucas Arnold derrotaron ayer a la dura pareja australiana integrada por Todd Woodbrige, uno de los mejores doblistas de la historia, y Wayne Arthurs por 3-6, 6-3, 6-4, 1-6 y 10-8 para colocar la serie con un indescontable 3 a 0 y pasar a los cuartos de final del Grupo Mundial de la Copa Davis, algo que no lograba hace once años.
Pero esto, que no es poco, no es lo único. Argentina, que tardó diez años en volver a la primera división de la Davis, aseguró con esta concluyente victoria su lugar en el main draw del Grupo Mundial para el 2003.
Como si esto fuera poco, Argentina deberá jugar el primer fin de semana de abril los cuartos de final nuevamente como local hasta el momento con la Croacia de Goran Ivanisevic que derrota a Alemania por 2-1 de local en Zagreb.
Los argentinos, que no eran favoritos para este punto por los pergaminos de la visita en la especialidad, apenas tardaron un set en prenderse, en tomarle la mano a los australianos.
Jugaron sueltos. Cañas con la solidez desde su saque y la devolución. Arnold con justeza en la red. Apenas Woodbridge podía hacer algo para evitar el desenlace, pero estaba demasiado solo.
A pesar de la lluvia, el viento, el retraso de más de dos horas y media y las entradas caras, los dos mil espectadores jugaron el partido pelota a pelota con Cañas y Arnold, inclusive participó más que en los singles de ayer.
El parcial inicial los australianos lo ganaron con oficio. Sin sobrarles nada. Aprovechando que la dupla argentina estaba parada demasiado atrás. Jugando con prolijidad, es cierto, pero más cerca de la base que de la red.
Arnold tuvo un bajo porcentaje de primeros servicios, cedió en un par de ocasiones su saque y la diferencia fue entonces para los australianos para el 6-3.
En el segundo capítulo el protagonismo argentino fue mayor. Hubo otra actitud. Cambió el juego. Se dieron cuenta que Arthurs se complicaba con cada bola baja y le apuntaron a los tobillos. Fueron al ataque y lo hicieron bien. Sin apurarse. Peleando cada pelota como si fuera la última.
Cañas comenzó a soltarse, devolvió de manera brillante por momentos pero, fundamentalmente, su saque hizo diferencias, tanto que hubo tres games consecutivos en los cuales no perdió puntos con su servicio.
A los argentinos no les tembló el pulso para cerrar el set 6-3 y con el impulso quebraron a Arthurs en el comienzo del tercero. Fueron paso a paso, cuidando esa ventaja como a la primera novia. Fueron consistentes en la red, especialmente Arnold, quien con dos voleas impecables ante tiros complicados volcó el parcial para el lado de los del Colo Gattiker: 6-4.
En el cuarto set los australianos aprovecharon al máximo algunas desinteligencias entre Cañas y Arnold, y rápidamente se quedaron con el parcial tras un inapelable 6-1.
El último y definitivo set fue el de mayor emotividad, de a ratos hasta dramático, jugado punto a punto. Hasta que al final los argentinos, con un triple match point, lograron el definitivo 10-8 sufrido, pero festejado hasta el delirio por todo el Buenos Aires Lawn Tennis. (DyN)
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La Ciudad
