Año CXXXV
 Nº 49.386
Rosario,
domingo  10 de
febrero de 2002
Min 17º
Máx 32º
 
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Fuera de foco
Mauricio Imhof: "La miseria no tiene tiempo"
El actor dijo que "La farsa de Pathelin", con seis siglos, sigue vigente

-¿Por qué eligieron este texto?
-Fue un desafío actoral por la riqueza del texto, la coincidencia con la composición del grupo y el dinamismo que se le imprimió. Es una obra paradigmática de la Edad Media. Originalmente es francesa, pero fue traducida al español antiguo sin cambiar una palabra. Creo que eso hace que la puesta en escena tenga una cierta fidelidad a la esencia de la obra.
-¿En qué consiste esa esencia?
-Es probable que haya sido escrita por abogados y algunos funcionarios judiciales, por lo riguroso del texto y el conocimiento que tenían de la ley. La intención parece ser burlarse de ellos mismos y de la Justicia de esa época. Creo que en ese momento no era tan actual como puede serlo hoy, en la mayoría de las sociedades del mundo. Los temas del burlador burlado, de las apariencias, de esa cosa ingenua de querer salvarse, pero en el fondo son todos lobos disfrazados de corderos.
-¿Qué tipo de ingenuidad?
-Se puede dar un ejemplo de cierta ingenuidad, entre comillas, que hay en ciertos países emergentes, que es una complicidad con los poderosos.
-¿Cuál es tu personaje?
-Es Pathelin, el abogado. El burla a todo el que puede, sin ninguna distinción ni escrúpulos. Los otros personajes son la esposa, Guillermita (Mariela Sánchez), que tiene un doble discurso; el Pañero (Osvaldo Shcoler), que es un comerciante; Teobaldo (Maximiliano Arana), que representaría al sector más pobre, pero también cuando puede hacer trampa lo hace; y el juez (José María Ochoa). De todas maneras hablando de pobreza, no tiene tanto que ver con el dinero, sino con la parte más miserable, menos honorable y más indigna del ser humano.
-¿Qué otros niveles de lectura permite el texto?
-Primero puede entenderse como una comparación con la sociedad actual, con sus diferentes sectores sociales y las artimañas que pueden usar para conseguir su objetivo. Hay otro nivel más profundo, donde se hace una crítica al ser humano, sin distinción de clases sociales. Lo de las clases sociales puede ser una excusa, pero el texto trasciende eso. Casi todos estos personajes buscan lo mismo: salvarse como sea y mediante cualquier artilugio.
-¿Qué les produce hablar de estos temas en esta crisis?
-Es algo muy loco plantear esta cuestión cíclica de los conflictos. El planteo que uno se hace es cómo leer una obra que fue escrita en 1400 y que es tan actual. Desde ese punto de vista, parece indicar lo poco que hemos evolucionado. De todas maneras no me parece que las personas íntimamente hayan cambiado mucho: puede ser la misma acá, en otra parte del mundo, hoy, o hace seis siglos.
-¿Cómo se inserta esta farsa medieval en el perfil experimental de El Rayo?
-En este caso es el trabajo de uno de los talleres, donde se trabaja con diferentes géneros. La propuesta es que el grupo que egresa lo haga con un montaje donde se pueda completar la formación con la vivencia de montar un espectáculo, que es un compromiso diferente.
"La farsa de Pathelin" va hoy, a las 21,
en el teatro El Rayo, San Martín 473.



La obra es parte de ciclo de verano del Teatro del Rayo.
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