El filme francés de 1973 "La maman et la putain" y el cruce entre ficción y documental llamado "Gitano, quiero ser", los dos estrenos de esta semana en los cines de Rosario en la mira de Escenario.
"La maman et la putain"
**** \Intérpretes: Jean Pierre Leaud y Françoise Lebrun.
Dirección: Jean Eustache.
Género: drama.
Duración: 210 minutos.
Sala: Village.
La película de Jean Eustache filmada en 1973 y exhibida comercialmente en la Argentina 29 años después despierta, ante todo, un interés etnográfico: ver cómo eran los usos y costumbres del París de los 70. Ese primer interés ayuda a sobrellevar esta película de tres horas y media de duración y en blanco y negro. Pero afortunadamente hay mucho más. "La maman et la putain" demuestra por qué fue elogiada en Europa y no se puede entender por qué se la censuró en los 70, como aseguran los distribuidores.
El filme cuenta la relación de Alexandre con dos mujeres. Con una tiene una affaire seudomaternal. La otra es una mujer que se acuesta con quien se lo pide en cualquier sitio. Alexandre es un joven desencantado, que parece un sobreviviente malherido de los lemas e ilusiones del Mayo Francés. Su vida cotidiana es la apatía y la deriva. Y el filme sigue ese derrotero en una sucesión de momentos que, a pesar de todo, conservan una lógica de tiempo y espacio que muchas veces está ausente en la Nouvelle Vague, el movimiento en el que se lo ha inscripto a Eustache.
Ver este filme es una experiencia que vale la pena. Aunque hoy en día sean pocos los que puedan dedicar tres horas y media a otra cosa que no sea lo que todo el mundo llama realidad.
F.T.
"Gitano, quiero ser"
*** \Intérpretes: Antonio Canales y Orestes Villasan Rodríguez.
Dirección: Tony Gotlif.
Género: drama.
Duración: 90 minutos.
Sala: Village.
"Gitano" reproduce la estructura narrativa de una tragedia clásica en la cual los personajes no pueden sustraerse al destino. El conflicto planteado durante los primeros minutos del filme es la excusa para mostrar un ágil cruce entre ficción y documental donde el registro de la cultura de la comunidad zíngara en general, y la música en particular, son el eje de la narración.
El protagonista es Caco, quien se ve involucrado en una deuda de sangre con otra familia de gitanos, obsesionados con tomar revancha por la muerte de uno de sus miembros. El filme es el cuarto del director Tony Gatlif, quien se dio a conocer en Argentina con "El extranjero loco".
Allí reflejaba el ambiente íntimo de la comunidad invadido por alguien que buscaba sus raíces étnicas, también a través de la música. En esta ocasión el conflicto se desarrolla en una historia cerrada en los márgenes de la comunidad, con lo cual Gotlif suma atractivo al filme a describir las relaciones más íntimas y la organización social de sus miembros.
La cultura y la música vuelven a formar parte sustancial de este cuarto filme de Gatlif, y así lo transmite la trama, mostrando que el baile, el canto y la música están presentes a lo largo de la vida, y aún en sus extremos de la alegría y el dolor.
R.B.