Año CXXXV
 Nº 49.384
Rosario,
viernes  08 de
febrero de 2002
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La crisis. Quieren controlar de cerca a los operadores de comercio exterior
Duhalde pidió ayuda a EEUU para pelear contra la evasión
Admitió que la Aduana funciona "muy mal". Buscan evitar fraudes en la facturación

La Aduana argentina solicitó ayer la "colaboración" de su par estadounidense para mejorar los controles y la lucha contra la evasión. El presidente Eduardo Duhalde dijo que el organismo "funciona muy mal". Según los especialistas, las tareas deben estar enfocadas hacia los operadores de comercio exterior, ya que se podrían producir maniobras tendientes a fraguar facturación para acceder a más divisas que las permitidas por la reglamentación vigente.
En su programa de radio, Duhalde reveló que el gobierno le solicitó "colaboración" a la Aduana de Estados Unidos para mejorar los controles, debido a que la Aduana argentina y la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) "están funcionando muy mal".
El tema aduanero fue motivo del encuentro que Duhalde mantuvo anteayer en Olivos con el titular de la Dirección General de Aduanas (DGA), Mario Das Neves, quien le informó sobre las primeras medidas tomadas en el organismo.
En tanto, el funcionario dijo ayer que "hay un atraso de décadas en capacitación de personal y en el tema tecnológico", e indicó que el refuerzo de los controles en determinadas áreas y productos sensibles responde a las dificultades que atraviesan las arcas del Estado.
"Por ejemplo, cuando uno apunta fuertemente al tema de los cigarrillos, es porque por el gran componente tributario que tienen hace que el perjuicio fiscal del contrabando sea muy importante", explicó.
El tributarista Angel Schindel, profesor de la Universidad de Buenos Aires (UBA) e investigador del Consejo Profesional de Ciencias Económicas, dijo que "pedir la colaboración de funcionarios de un país serio no parece desacertado, sobre todo cuando la Aduana argentina fue un colador durante mucho tiempo".
"En la Aduana está el contrabando físico, que es el hormiga, pero el más grave es el que pasa por delante de las narices de los funcionarios, no siempre por corrupción sino también por desconocimiento", opinó.
A su entender, la devaluación reeditó el viejo problema de "los exportadores que van a pretender subvaluar sus ventas y los importadores que van a querer sobrevaluar sus compras", delito fiscal que "con el uno a uno pasaba a segundo plano, pero ahora con la importancia del dólar pasó a ser una tentación mayor", agregó.
A través de este mecanismo, los operadores de comercio exterior se solían procurar dólares a un tipo de cambio más favorable que el común de la gente en épocas pasadas de difícil acceso al billete verde.
Para combatirlo "hay que tener tabulaciones de precios, pautas e informaciones de mercados internacionales que se puedan comprobar y en los países avanzados se trabaja mucho con el tema de precios", agregó Schindel.
Según Das Neves, se está avanzando en el establecimiento de los valores de referencia que maneja la DGA de los artículos que se comercian: "Ya tenemos más del 70 por ciento referenciados, unos 5.000 sobre el total de 7.000", afirmó.
Otro que recibió con agrado el pedido de asistencia fue el ex director de la DGI, Luis María Peña, quien indicó que "siempre que se pida ayuda a quien tiene más capacidad y experiencia, se evita un prolongado camino de ensayo y error. La aduana de Estados Unidos es férrea. La nuestra tiene que mejorar su sistema de escaneado, su informatización en todo el país y la selección de su personal por meritocracia y no por subordinación política", agregó Peña.



Mario Das Neves es el director general de Aduanas.
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