El ex jefe de la Policía Federal Rubén Santos fue detenido anoche en el marco de la causa que la jueza federal María Servini de Cubría lleva adelante para esclarecer los crímenes cometidos durante la represión policial a manifestantes que el 20 de diciembre pasado protestaron en inmediaciones de Plaza de Mayo, lo que precipitó la renuncia del entonces presidente Fernando de la Rúa.
Santos, acusado de homicidio agravado, fue arrestado a las 21 en su domicilio del barrio de Mataderos y trasladado a la Unidad Antiterrorista de la Federal, y hoy al mediodía será llevado ante Servini a prestar declaración como imputado en la causa que investiga cinco asesinatos.
Varios hechos complicaron la situación del ex jefe de la Federal. Uno de ellos fueron los dos expedientes que tramitaba la Justicia ordinaria por severas heridas de bala a manifestantes que lograron sobrevivir. Los testimonios de estas víctimas abonaron sospechas contra Santos, quien ahora comparte la suerte de otros seis policías que fueron apresados el lunes como autores materiales del crimen de Gustavo Márquez, uno de los muertos del trágico jueves negro.
Por otra parte, los investigadores interrogaron anteayer, en calidad de acusado, al ex secretario de Seguridad Enrique Mathov, quien declaró ante Servini que en la última jornada de De la Rúa en el gobierno, dio instrucciones a Santos para que impidiera que “grupos violentos” ingresaran a la Rosada. Pero aseveró que fue el entonces comisario quien comandó los operativos de represión.
Santos debió declarar el martes. Pero antes de hacerlo le remitió un escrito a la jueza en el que deslindó responsabilidades hacia arriba (altos funcionarios del gobierno) y hacia abajo (sus subordinados) y trazó una reseña histórica de los hechos.
El documento motivó que Servini suspendiera la indagatoria y llamara a declarar al ex secretario de Seguridad Enrique Mathov, al ex viceministro de Interior Lautaro García Batallán y al ex secretario general de la Presidencia Nicolás Gallo, entre otros altos funcionarios delarruistas.
Anteayer Mathov descargó toda la responsabilidad de los cruentos sucesos en Santos. Por su parte, García Batallán desmintió en Tribunales haberle confiado al diputado Luis Zamora que “las órdenes de represión partieron del presidente De la Rúa”, como trascendió de algunas fuentes.
El propio ex presidente afronta cargos por cinco de los más de veinte crímenes perpetrados en todo el país en medio de las violentas protestas que desencadenaron su dimisión.
“No di la orden”
Paralelamente, el ex ministro de Justicia Jorge de la Rúa negó haber tenido alguna vinculación con la orden de reprimir a los manifestantes el 20 de diciembre.
El hermano del ex presidente se presentó ayer sorpresivamente en los Tribunales de Comodoro Py para declarar como testigo ante Servini, quien lo había citado para anteayer pero se excusó de concurrir porque dijo tener una hija enferma.
De la Rúa no concurrió solo. Fue acompañado por Melchor Cruchaga quien había secundado al hermano del presidente en la cartera de Justicia. “Vine porque siento que es mi deber hacerlo”, dijo el ex legislador.
En su declaración De la Rúa aclaró que el Ministerio de Justicia no tuvo ninguna vinculación con la decisión política de custodiar la Casa de Gobierno. Luego deslindó las sospechas que tendió sobre él el ex comisario detenido ayer. Santos había sostenido en su escrito que el hermano presidencial le había reclamado que se hiciera algo para que los manifestantes no llegaran a la Casa de Gobierno.
La Ciudad
