Año CXXXV
 Nº 49.384
Rosario,
viernes  08 de
febrero de 2002
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En el Banco Municipal la operatoria aumentó el 36% en el último semestre
Ante la falta de dinero los rosarinos no dudan en empeñar alhajas
La gente busca poder comprar un remedio o comer

Isolda Baraldi / La Capital

Obtener dinero rápido, esa es la idea. Acaso algunos pesos para comer, comprar remedios, cancelar un cheque, pagar impuestos y servicios o simplemente para llegar a fin de mes. Estos objetivos que infinidad de veces aparecen tan esquivos pueden lograrse si uno atesora algunos gramos de oro. Joyas de la abuela o del nene, no importa qué; con los objetos en mano, en el Banco Municipal de Rosario se puede gestionar un crédito personal de un promedio de 115 pesos, sin más trámite que empeñar las piezas doradas y mostrar el DNI. La operatoria tiene más de un siglo, pero en el último semestre del 2001 se incrementó un 36 por ciento. El dato no es menor si se tiene en cuenta que en diciembre y enero los feriados bancarios fueron moneda corriente.
Así, en noviembre se empeñaron diariamente 42 lotes, mientras que en diciembre la cifra bajó pero sin dejar de rondar los 25. Hoy, la entidad crediticia tiene en el tesoro 8.600 lotes. Cada uno, es una cajita en la que se guardan las joyas llevadas a empeñar, guarda un promedio de cinco piezas, es decir que al menos el banco atesora más de 40 mil objetos de valor.
La subgerente de Negocios, Ana Bonopaladino, y el gerente de Operatoria, Diego Maquirriain, estimaron que la operatoria continuará creciendo a la luz de la grave crisis económica.
"En este momento, en que no existe el crédito en ningún banco, y mucho menos por montos pequeños, estas operatorias son una salida para la gente", aseguró Bonopaladino.
Efectivamente, el promedio de los montos de estos créditos picnoraticios (tal el nombre técnico que se le da al empeño) ascienden a los 115 pesos. "La gente viene porque tiene que comprar un remedio, simplemente para sobrevivir", señaló Maquirriain. Y la cifra surgió con rapidez: mientras algunos logran hacerse de 2.000 pesos, muchos otros apenas consiguen 15 o 20.
La cotización del gramo de oro se sintoniza con el Banco Ciudad de Buenos Aires, que en estos momentos ronda los 9 pesos. Y una vez valuada la pieza el banco otorga al cliente un préstamo por el 70 por ciento de ese total. Por supuesto que si uno va a comprar un anillo de oro el gramo se vende en alrededor de los 16 pesos, más el trabajo de mano de obra que la joya haya llevado.

Más de un siglo
Fue en la carta orgánica del Banco Municipal de Rosario en la que se estableció el servicio de préstamos sobre alhajas de oro, plata y piedras preciosas; también muebles, objetos de arte, artefactos del hogar y hasta ropa. Durante muchísimos años el depósito de la entidad crediticia era enorme, y albergaba desde heladeras hasta tapados de piel. Pero desde hace aproximadamente 22 años lo único que se acepta es oro fino de 24 y 18 kilates.
La operatoria del banco tasa exclusivamente el oro, es decir que si la joya tiene también piedras preciosas importantes se estima su peso, pero su valor no se puede empeñar. Según los directivos del banco, no hay regateo ni mayores problemas con los montos a convenir entre el cliente y la entidad. "Confían en los tasadores y ven las balanzas con precisión", explicó Maquirriain.
Las escenas que sí se suceden con frecuencia a la hora de hacer la operatoria es la sorpresa. Muchas personas se desayunan recién en el banco de que sus joyas no son de oro puro, es decir son enchapadas con delgadas capas del metal amarillo.
Según los empleados del banco, los que hacen la operatoria son viejos clientes que manejan los tiempos del crédito. Es decir: van, empeñan las joyas por 90 días, y cancelan o renuevan el contrato de acuerdo a sus posibilidades y en la mayoría de la veces evitando el remate de las alhajas.
Así como se incrementó notoriamente la cantidad de piezas de oro empeñadas, no aumentó proporcionalmente la cantidad de interesados en adquirir las joyas cuando salen a subasta pública.
Las joyas van a remate cuando no se ha repactado el empeño, y se vencieron los 90 días; cada una tiene una base estipulada que cubre el total de la deuda contraída, y en caso de que ese monto no tenga oferente, la pieza vuelve a la caja fuerte del banco. Por el contrario, si logra una oferta superadora, la diferencia entre la deuda contraída y el monto pagado se le remite al cliente. Así, las alianzas, los aros de la abuela o la cadena del reloj del tío soltero, suelen ser buenos aliados a la hora de encontrar esos pesos tan esquivos.



El Banco Municipal atesora 40 mil objetos de valor.
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