En el regreso a la máxima categoría de la Copa Davis, Argentina comenzará con ventajas previas su serie por la vuelta inicial de Grupo Mundial ante Australia, finalista en las últimas dos ediciones de la competencia más importante por equipos y ganadora de la ensaladera en 27 ocasiones.
Si no se tratara de una serie de Copa Davis, que iguala todo, hasta podría hablarse de una clara ventaja de la Argentina en los papeles ya que Alejandro Gattiker, el capitán local, puede formar lo que es, a su consideración, el mejor equipo, mientras que los australianos lo armaron como pudieron.
Sin Lleyton Hewitt, el número uno del mundo, ausente recuperándose aún de una varicela que lo hizo zafar de un compromiso que no deseaba; sin Patrick Rafter, quien se tomó un año sabático y sin Mark Phillipoussis, enfrentado con la Federación australiana, Argentina tiene una inmejorable posibilidad de ganar la serie, ilusionarse con una actuación importante y conseguir mantenerse en la elite del tenis mundial.
Pero esto es Copa Davis y la Argentina tuvo, en los últimos tiempos, una importante cantidad de tragos amargos en series en que, en los papeles, era superior.
Hoy, desde las 14, comenzará a develarse la incógnita. El primer saque será de Guillermo Cañas, uno de los quince mejores tenistas del mundo, quien enfrentará a Scott Draper y, a continuación, Gastón Gaudio, recuperado de su lesión abdominal, jugará ante Andrew Ilie, un pintoresco rompe remeras.
Tomando la serie jugador por jugador, punto por punto, Argentina es claramente superior en los cuatro singles y más jugando sobre polvo de ladrillo, cancha bien pesada y lenta para los aussies.
Cañas se presentará en el Buenos Aires por primera vez como el mejor de la Argentina. En la previa, llámese entrenamientos, la sobrelleva de la mejor manera. Perfil bajo, declaraciones medidas, mucho trabajo. Como siempre.
Se sabe superior. No por sobrador o pedante, sino porque es real. Debería ganar cómodamente en la apertura de la serie. Es más, debería vencer en tres sets. Solamente con el peso de la actualidad de su tenis.
Gaudio está diez puntos física y anímicamente y, en el segundo turno, enfrentará al visitante más complicado. Ilie, que en polvo de ladrillo pegó más de un batacazo, es un rival de cuidado por lo que el argentino deberá exponer todas sus variantes. Nunca deberá tirar dos bolas iguales. Allí estará la clave y, entonces, una ventaja de 2 a 0 en la primera jornada que sería fundamental para destrabar la serie.
La visita saca réditos previos en el punto de mañana, en el doble, ya que Cañas y Lucas Arnold —vuelve al equipo después de tres años— se toparán con una pareja de primerísimo nivel: Todd Woodbridge (70 títulos en la especialidad, 12 de ellos de Grand Slam) y Wayne Arthurs.
La jornada del domingo dependerá directamente del resultado que se arrastre del sábado y, desde allí, hacer un análisis de lo que puede ocurrir en la catedral del tenis argentino.
Párrafo final para un par de incógnitas. La primera tiene que ver con el tiempo. Para hoy se anuncian lluvias y habrá que ver qué pasa si un partido se corta.
La otra pasa por la cantidad de gente que irá al estadio. Se supone que hoy, por ser la primera jornada, habrá un buen marco, pero lo cierto es que las entradas son muy caras.
La organización (L'Egalité) y la Asociación de Tenis no leyeron los diarios últimamente. La popular la colocaron a 25 pesos diarios y las plateas son de 60 (altas) y 80 (bajas). Un despropósito, más cuando el equipo argentino, en épocas de crisis, necesita un estadio lleno para empujar a Cañas, Gaudio, Arnold y Chela a una victoria que los lleve a soñar con más. (DyN)
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La Ciudad
