El cambio de escenario que se presenta para las exportaciones cárnicas nacionales y la escasez de novillos que se observó en la oferta ganadera del mes pasado actuaron como disparador de los precios que, durante enero último, recuperaron más del 14 por ciento en sus cotizaciones, contrastadas con las de diciembre del 2001.
La principal mejora correspondió al valor del novillo y, dentro de la categoría, la referida a los animales entre pesados de hasta 420 kilos, un tipo de animal del que se obtienen los cortes de alta calidad de cuartos traseros que, por el momento, serán los primeros en embarcarse rumbo al mercado europeo.
De acuerdo con datos proporcionados por el centro de cómputos de Liniers, la tendencia positiva que se observó durante enero último en el precio de la hacienda en pie se mantiene para lo que va de febrero y, en ese contexto, ayer en el mercado los principales indicadores promedio de valores ubicaron al índice novillo en 0,870 peso por kilo vivo, frente a los escasos 0,65/0,66 a que cerró en diciembre de 2001. En Rosario, si bien la cantidad de hacienda es menor, también registró una suba entre un 10 y 14 por ciento y se sigue observando una escasez en el novillo terminado.
Tónica alcista
Operadores del negocio de ganados y carnes indicaron que la tónica alcista se inició a partir de la segunda quincena de enero, cuando se conoció la decisión del UE, respecto de reabrir esa plaza compradora para las carnes argentinas.\Asimismo, el precio del novillo, cuyo incremento en ese mes alcanzó al 14,20 por ciento, arrastró favorablemente al resto de las categorías bovinas que se comercializaron en el ente concentrador, donde hasta las vacas destinadas a conserva y manufactura del rubro repuntaron en sus valores.\En ese sentido, empresarios de la carne que exportan productos cárnicos cocidos y precocidos dijeron que esperan un mantenimiento de los volúmenes que pudieron colocar en plazas externas mientras los mercados estuvieron vedados para el producto crudo.Subrayaron que esa sería una aspiración de "mínima", mientras que la de máxima es una expansión de sus exportaciones, extendiendo la oferta a nuevas plazas compradoras y también porque, de arranque, las compras externas de cortes cárnicos refrigerados de producción nacional no resultarían demasiado elevadas.\Por otra parte, a la mejora de precios se le sumó un acortamiento en los plazos de pago a los productores pecuarios.\En el ámbito local, los operadores comentaron la mayor afluencia a los mercados concentradores por la mayor rapidez en el pago, lo que significó una disminución en los tradicionales remates-ferias, porque los pagos son a plazos mayores.En momentos de fuerte iliquidez y falta de circulante en el país, esa actitud comercial relevada por el ente concentrador reveló una mayor disposición operativa por parte de la oferta, cuyos agentes vuelven a ver en la venta de hacienda una fuente de ingresos frescos para encarar replanteos ganaderos en sus establecimientos.