"Me detectaron diabetes cuando tenía 25 años. En lugar de bajonearme, me incentivó a seguir entrenando", dijo Pedro Baraldi, ex integrante del equipo de Seven de Los Pumas. Por entonces, Baraldi ya jugaba al rugby en forma profesional. Hoy complementa su actividad de empleado bancario con el asesoramiento a Fradi. Su misión es mostrarle a los chicos la importancia de la práctica deportiva. "Siempre tuve en la cabeza difundir el deporte entre los chicos diabéticos", dijo el rugbier."La diabetes no es un tabú ni impide practicar deportes al nivel de la alta competencia. Por eso es fundamental que los padres traten de incentivar a sus hijos, que no los sobreprotejan y los consideren del mismo modo como harían con alguien que no está enfermo", dijo Baraldi.Si bien reconoció que para emprender cualquier actividad deportiva es necesario contar con la asistencia de un médico, remarcó que lo importante es conocerse para manejarse mejor. "El deporte mejora el estándar de vida del diabético y permite salirse del régimen de comidas. Lo que se consume se gasta", subrayó Baraldi.En cuanto a las precauciones señaló que conviene medirse la glucosa antes y después de la práctica.Baraldi, al igual que el futbolista Beto Alonso y otros deportistas de primer nivel, saben que el autocontrol de la glucosa resulta esencial para el tratamiento, además de evitar y retrasar las complicaciones.
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