Bonanata fue el primer ex concejal indagado en la causa de los ñoquis, que generó un escándalo en el Concejo Deliberante porteño, y que terminó con la detención del justicialista José Pico. La investigación sobre los ñoquis en el antiguo órgano legislativo sacó a la luz los increíbles alcances que puede tener la financiación ilegal de la política. Según publicó en su momento un matutino porteño, las denuncias reunidas en el expediente parecían calcadas del mismo esquema: personas que fueron engañadas para hacerlas figurar en cargos que nunca ocuparon, o familiares y amigos de funcionarios de diferentes partidos políticos que cobraron generosos sueldos sin trabajar. Bonanata, que fue jefe de la bancada radical, debió responder por algunas de esas designaciones puntuales. La causa había tenido un giro inesperado cuando se ordenó el arresto de tres ex presidentes del cuerpo (Pico, Juan Trilla y Eduardo Rollano) y otras seis personas. Todos fueron imputados por presunta malversación de caudales públicos. Antes, el abogado Juan Carlos Iglesias había pedido a la Justicia que investigue si un jardinero de apellido Pazó cobró varios sueldos como empleado del Concejo Deliberante "cuando, en realidad, se desempeñaba como jardinero de Fernando de la Rúa". En aquella denuncia había acusado también al ex concejal Bonanata, hoy verdugo de De la Rúa.
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La Ciudad
