Una ingeniería técnica difícil de negociar

"Rosario bajo la estrellas" versión 2002 tiene una corta pero densa historia de negociaciones. Con la crisis económica e institucional que acabó haciendo eclosión en diciembre pasado, la idea de suspender el ciclo alcanzó a sobrevolar las oficinas de los funcionarios municipales. Las arcas vacías de la comuna no iban a poder responder para realizar la inversión necesaria a la hora de organizar los shows. Fue así que la idea de la asociación con una productora privada de la ciudad comenzó a tomar forma hace dos meses.
En principio se cursó invitación a cinco de los productores más conocidos de Rosario para que se acercaran a la Muni con el fin de estudiar las posibles sugerencias. Un solo grupo acabó redondeando una propuesta que conformó a las autoridades, la productora Sin Red, la misma que organizara junto a Grimilozzi Producciones la Fiesta de la Cerveza en Funes y que ya pergeñara productos televisivos como "Tvi", que se vio por Canal 5.
Los representantes de Cultura y Sin Red coincidieron en señalar lo difícil que fue armar una ingeniería que permita cumplir con el objetivo esencial del ciclo: ofrecer espectáculos gratuitos durante el verano. El contrato, entonces, estipula que se ofrecerán seis shows pagos a cargo de la productora, que además solventará los gastos técnicos respectivos, es decir logística, luces y sonido. Por su parte, Cultura ofrecerá el personal técnico, el anfiteatro y tendrá derecho a un porcentaje en el borderaux de los viernes con el que financiará las seis presentaciones, los sábados, de los artistas locales. Además, la productora se compromete a dejar instalada toda la estructura técnica de los viernes para ser utilizada los sábados.
La entrada está estipulada en cinco pesos, un precio popular si se considera que una platea en un teatro, para ver por ejemplo a The Beats o Alejandro Lerner, costó el año pasado alrededor de 20 pesos. Los organizadores prevén, asimismo, un promedio de entre tres y cinco mil la cantidad de espectadores para los espectáculos pagos, que se beneficiarán con un sistema de venta anticipada de las entradas. Por lo demás se espera que el tiempo acompañe y que la economía le deje un lugarcito a la cultura. Por el bien de todos.