El sospechoso de asesinar a un anciano es buscado en Córdoba

Lo aseguró el jefe de Homicidios, quien consideró que el hecho "está esclarecido"

El supuesto sobrino del levantador de quinielas David Raúl Rubini, asesinado el jueves pasado, se convirtió en el principal sospechoso con que cuentan los investigadores del homicidio. El hombre, quien vivía con la víctima y viajó a la provincia de Córdoba el mismo día del crimen, permanecía prófugo hasta anoche aunque era buscado por la policía cordobesa, mientras que para la policía local el caso se encuentra "totalmente esclarecido".
Rubini, de 83 años, fue asesinado la tarde del jueves 31 de enero pasado en una humilde casilla de madera de Gálvez al 2800 donde había vivido los últimos 80 años. El anciano trabajaba como levantador de apuestas de quiniela clandestina en un bar de pasaje Independencia y Ovidio Lagos y fue hallado muerto por un vecino, quien lo encontró tirado en el patio y con signos de haber sido estrangulado.
Una hora antes el hombre había regresado de realizar una serie de trámites que llevó a cabo en compañía de un vigilador privado que lo custodiaba desde que, unos veinte días atrás, habían intentado asaltarlo por tercera vez mientras levantaba apuestas.
"El hecho fue esclarecido y el autor está identificado, pero no se lo pudo detener", informó el jefe de la Brigada de Homicidios de la Unidad Regional II, José Luis Juárez, en referencia a un supuesto sobrino de la víctima que el día del crimen viajó a la provincia de Córdoba. El sospechoso vivía en una casilla de madera ubicada a pocos metros de la casa de Rubini. Hasta ayer los investigadores no habían podido confirmar si este hombre tenía realmente algún lazo de parentesco con la víctima.
"Hasta tanto el sospechoso sea detenido no podemos dar a conocer cuál fue el móvil del crimen, cómo lo mataron, ni como entró el asesino a la vivienda. En este momento está trabajando en el caso la policía de otra provincia", agregó el comisario Juárez.
El día del crimen, Rubini fue a almorzar a la casa de su sobrina y regresó a la suya cerca de la una de la tarde. Después fue a una agencia de lotería para entregar las planillas con las apuestas y el dinero recaudado. Lo hizo custodiado por el vigilador, quien luego lo acompañó de regreso hasta su casa. Una hora después, los gritos de la perra de Rubini alertaron a un vecino que tenía una copia de las llaves de la vivienda.
El hombre decidió entrar en la casa y descubrió que el anciano yacía sobre el patio estrangulado, con marcas en el cuello y un golpe en la nariz. Dentro de la vivienda se encontraban algunos cajones abiertos, por lo que los investigadores alentaron la hipótesis de un robo.

Rubini fue asesinado en una vivienda de Gálvez al 2800.