Año CXXXV
 Nº 49.378
Rosario,
sábado  02 de
febrero de 2002
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"La plaza del sí iba a estar llena hasta las orejas", dijo el gobierno

Miembros del gobierno afirmaron ayer que si bien se decidió dejar sin efecto la denominada "marcha de la esperanza" o "plaza del sí" en apoyo al presidente Eduardo Duhalde, su organización ya estaba tan avanzada que se preveía la concurrencia de "cien mil personas" que tienen "esperanza" en la gestión presidencial.
El vocero gubernamental, Eduardo Amadeo, y el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, por parte del Gobierno, y legisladores justicialistas, ratificaron ayer que a pedido de la Iglesia y las fuerzas que participan del Diálogo Argentino, Duhalde decidió anular la manifestación que iba a realizarse anoche en la Plaza de Mayo.
Ese acto que ya estaba prácticamente organizado cuando anoche se dio la orden de desarmarlo, podía llegar a coincidir con el cacerolazo que asociaciones de vecinos y ahorristas planeaban efectuar a la misma hora y en el mismo lugar, lo que hizo temer enfrentamientos o hechos de violencia.
Amadeo dijo que la marcha o "plaza de la esperanza" contaba con la adhesión de cerca de "cien mil personas" pero se deshizo "cuando se llegó a la conclusión de que existía el serio peligro" de que el acto "pudiera ser interpretado por la sociedad en general más bien como un elemento de fractura y disociación".
El jueves, Amadeo había dicho que se planeó la manifestación para demostrar que "los cacerolazos no son la única" expresión sobre el estado de ánimo de la sociedad en este momento.
"Estaba todo listo para que miles de decenas de personas vinieran a la Plaza, pero Duhalde, por su obligación como presidente, pidió que la levantaran", dijo ayer Amadeo.
Por su parte, Aníbal Fernández también dijo que se esperaba que el acto fuese "muy gordo" ya que "se garantizaba una plaza llena hasta las orejas". El secretario general de la Presidencia también salió a desmentir que los organizadores del acto de apoyo a Duhalde estuvieran ofreciendo dinero (200 patacones, según algunas versiones periodísticas) a cada manifestante que concurriera.
Los adherentes a Duhalde iban a ir a la Plaza de Mayo "no porque les pagaran o todas esas expresiones que muchas veces se revolean sin conocer realmente cómo es la vida de un militante".



Eduardo Amadeo esperaba a más de 100 mil personas.
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