Año CXXXV
 Nº 49.378
Rosario,
sábado  02 de
febrero de 2002
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Análisis: Sangre, sudor y lágrimas
El gobernador Reutemann considera que la salida de la crisis política y económica no estará exenta de dolor

Mauricio Maronna / La Capital

"Lole, ¿en qué país viven ustedes? Vivir en Argentina es más caro que que en cualquier otro lugar del mundo, me parece que van a terminar mal". Carlos Reutemann recuerda por estas horas la opinión que trazó en 1981 Bernie Ecclestone y no deja de sostener que su ex patrón en la Fórmula 1 tenía razón.
El gobernador está impresionado por el cóctel explosivo que vive la Argentina, sumida en un cuadro de default, devaluación, recesión y con la reciente liberación del corralito, que pone en un mar de dudas la continuidad del sistema financiero. "Los alemanes de la empresa Budweisser (con quienes Reutemann estuvo reunido hace pocas horas) le confirmaron que la situación económica de la Argentina es inédita en el mundo y que será muy dificultoso que el país logre asistencia financiera sin que se visualice un futuro cierto", reveló a La Capital una calificada fuente de la Casa Gris.
Reutemann se molestó con las críticas que llovieron sobre su persona tras haberse reunido, el miércoles, con las Mujeres en Lucha y los representantes del Comité de Emergencia. "Yo voy a morir con mi apelación al sentido común, no soy un demagogo que promete lo que no puede cumplir ni un pesimista por vocación. Soy serio y realista, que es otra cosa", dicen que bramó el gobernador tras escuchar los dardos por su falta de respuesta a las demandas.
Pero, además de molesto, el Lole leyó una y otra vez los reclamos del Comité de Emergencia, que incluyó 9 puntos, y que La Capital reproduce textualmente: "1)No pago de la deuda externa ilegal y fraudulenta según fallo del juez Ballesteros. 2)Traspaso de todas las deudas y contratos bancarios y privados de dólares a pesos, hasta u$s 300.000. 3)Suspensión de pago de créditos bancarios y privados, remates y ejecuciones por dos años, hasta tanto se haga el recálculo y/o condonación de los mismos. Aplicación de tasa de interés internacional y eliminación del IVA sobre los intereses de dichos créditos. 4)Devolución inmediata de los fondos incautados a los pequeños y medianos ahorristas. 5)Reestatización de las AFJP y demás empresas privatizadas. 6)Fuera la Corte Suprema corrupta. Juicio y castigo a funcionarios y políticos responsables de esta crisis. 7)Pago inmediato de las coparticipaciones provinciales, municipales y comunales. 8)Emergencia social ya, por medio de planes Trabajar, subsidios, bolsones, redes alimentarias, etc.) El hambre no puede esperar. 9)Desprocesamiento y libertad a los luchadores populares. Basta de persecusiones".
La catarata de planteos cayó como una piedra en la Gobernación, que está a un paso de la declaración del default. "Estamos a las puertas de una rebelión fiscal porque la gente no tiene un peso, se nos caen los ingresos y lo que hago es distribuir todo lo que llegan a las arcas de la provincia. En realidad ingresamos a una etapa de cogestión", se le escuchó decir al Lole.
Si Jim Morrison apostrofaba aquello de que "nadie sale vivo de aquí", Reutemann adoptó ante sus íntimos una muletilla que demuestra el estado de las cosas: "Si el gobierno de Duhalde termina mal ningún político va a quedar en pie, y es difícil que yo me salve. Pero no por eso voy a salir a plantear un mundo de fantasía... No vendo humo, siempre traté de ser un tipo serio. Con semejante panorama es imposible que el país salga de la crisis sin dolor".
Reutemann espanta las preguntas sobre su buena imagen ante la sociedad de cara al 2003, y considera que su plan de gobierno "siempre hará eje en el equilibrio fiscal y la responsabilidad del Estado, algo que, hoy por hoy, casi nadie quiere oír".
El gobernador niega que exista un pacto entre él y Duhalde con proa en las futuras elecciones presidenciales, aunque admite que en el justicialismo al presidente "lo miran de reojo" y muchos de sus pares le retacean el apoyo.
El Lole, aunque no lo admita en público, está persuadido de que a Duhalde le gusta demasiado el Sillón de Rivadavia y que si se tiene que ir del poder no lo hará quemando su menguada estrella. "Si tengo que renunciar, antes llamo a elecciones, pero para elegir todo de nuevo, con revocatoria de mandato incluido", les dijo el jefe del Estado a los gobernadores.
Lejos de las estridencias, Reutemann está convencido de que la única manera de salir de la crisis es apelando a las míticas tres palabras de Winston Churchill: sangre, sudor y lágrimas. Y con sentido común.



El Lole está impresionado por la situación del país.
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