Las autoridades ecuatorianas estiman que sólo ocho cuerpos de las 92 personas fallecidas en el accidente del avión que se estrelló contra un volcán el lunes pasado, en los andes colombianos, podrán ser identificados. Esto a raíz de que los cadáveres resultaron despedazados por el impacto.
Los miembros de la Cruz Roja debieron realizar tareas de seguridad en la zona ante la ausencia de policías o fuerzas armadas. Los socorristas sugirieron a los familiares de las víctimas que no se desplacen al cerro Cumbal para buscar a las víctimas porque "lo que se ve arriba es realmente impactante", tanto que hasta los socorristas están afectados.
El lunes, un Boeing 727-100 de Transportes Aéreos Militares de Ecuador (Tame) con 92 pasajeros a bordo chocó contra el volcán Cumbal en territorio colombiano luego de perder contacto con la torre de control de Tulcán, en Ecuador, donde debía aterrizar.
Hace doce días se había registrado otro accidente de una aeronave ecuatoriana, también en la zona fronteriza con Colombia, en el que perdieron la vida 26 personas. Ayer se informó que seis de los rescatistas que acudieron para las tareas de salvataje están al borde de la muerte. Integraban una patrulla que se extravió en una zona de precipicios y padecen de hipotermia (baja temperatura corporal) a raíz del intenso frío que reina en esa zona andina.
El jefe de operaciones de la Fuerza Aérea Ecuatoriana, Hugo Andrade, confirmó que los seis rescatistas trataban de arribar a la zona donde se estrelló el avión perteneciente a la empresa petrolera estatal Petroproducción no lograron su objetivo. Por Lo inaccesible del terreno, no se puede llegar por vía aérea al lugar y periódicamente helicópteros lanzan alimentos sin tener la certeza de que les lleguen. Los restos de las 26 víctimas del accidente del avión Fairchild permanecen en el lugar del siniestro.
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La Ciudad
