Año CXXXV
 Nº 49.376
Rosario,
jueves  31 de
enero de 2002
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Le cortaron el cuello a un remisero para robarle $11

Carlos Walter Barbarich / La Capital

Venado Tuerto.- Un remisero de esta ciudad fue asaltado por cuatro jóvenes que tras sacarle 11 pesos de la recaudación lo dejaron abandonado en un camino rural con una profunda herida en el cuello.
Pablo Larrea, de 26 años, fue abandonado en una zona de quintas ubicada a unos 2 kilómetros del centro de la ciudad, y pudo salvar su vida porque alcanzó a desatar el nudo que le habían hecho con los cables de la radio y caminar hasta una dependencia policial, desde donde lo llevaron hasta el hospital Alejandro Gutiérrez.
Los delincuentes sólo se alzaron con 11 pesos y el estéreo del auto que abandonado dentro de una laguna.
Anoche, el chofer se recuperaba del susto y de la herida que le costó seis puntos de sutura en el cuello. "No paso nada, pero pudo haber sido una tragedia", dijo el jefe de la comisaría 2ª, Juan José Asborno.
El hecho se produjo la madrugada de ayer y los delincuentes fueron apresados por los efectivos policiales de la mencionada seccional. Fuentes policiales los identificaron como Norberto Díaz y Leandro Casanova, ambos de 18 años, y dos menores de 15 y 16 años.
Todo se inició cuando uno de los delincuentes solicitó un remís en la estación de ómnibus y le pidió al chofer que lo llevará hasta la casa de unos amigos. A poco de andar, otros tres jóvenes subieron al Renault 12 de Larrea y emprendieron un recorrido incierto. Los falsos clientes hicieron ir al chofer hasta una zona de quintas en las afueras de la ciudad y en el trayecto lo intimidaron. "Quedate tranquilo que es un asalto" le dijo uno de ellos mientras recorría la silueta de su cuello con un cuchillo tipo Rambo.
Al momento de recibir la profunda lesión en su garganta, el remisero conducía su auto, aunque después uno de los maleantes se hizo cargo del volante y Larrea fue ubicado en la parte trasera.

"Querían matarlo"
Según fuentes policiales "dos de los malvivientes querían hacer desaparecer el cuerpo de Larrea y el auto" aunque el ruego del chofer de que no lo hicieran por ser padre de una beba de 6 meses, calmó el ánimo de los más exaltados y finalmente decidieron dejarlo atado con los cables de la radio en un camino rural que conduce a la localidad de Carmen.
En tanto, el auto fue abandonado en la otra punta de la ciudad y dentro de una laguna conocida como del Basural "con los tapizados completamente destrozados".


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