Año CXXXV
 Nº 49.376
Rosario,
jueves  31 de
enero de 2002
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Lo buscaban por un crimen y cayó por amenazas
Es uno de los integrantes de los "Monos", la peligrosa banda que mantiene bajo terror al barrio Las Flores

En Centeno al 400, poco después de la 1.30 de la madrugada, dos muchachos que iban en un Peugeot 505 fueron amenazados de muerte por otro que les puso al cuello como prueba una cuchilla mediana. Eso contaron el conductor del auto y un amigo que lo acompañaba a los policías de un patrullero con el que se cruzaron al llegar al cruce de Ayacucho y Virasoro.
El hombre que cometió la amenaza no era un desconocido para los automovilistas, que relataron lo sucedido a la patrulla con detalles de nombre y apellido incluidos.
Sin embargo, la fama adquirida no le alcanzó para que lo reconozcan también los policías, porque al primero que detuvieron fue a un muchacho que nada tenía que ver con el episodio. Y tuvieron que salir de nuevo tras los pasos del hombre de las amenazas.
Esa vez sí dieron con Gustavo Fernández, de 24 años, uno de los descendientes de Miguel, el Mono, cuyas andanzas acreditan el nombre que bautizó a una banda que tiene sus domicilios en el barrio Las Flores.
Al ser detenido, Gustavo dio un nombre falso, porque hace unos 10 días cayeron dos de sus compinches, a quienes buscaban por la muerte de un muchacho de 24 años.
El chico fallecido, Rubén Alberto Ríos, recibió un disparo que no era para él. Fue atacado por seis jóvenes que iban en dos motos y que tiraron sobre su cuerpo cuando estaba en la esquina de Clavel y Malvón, cerca a un hombre de apellido Rivero.

Viejas disputas de clanes
Los Monos y los Rivero están enfrentados desde hace años. Y llevan ataques y muertes cruzadas: la de Juan Carlos Cantero y Sergio Pablo Rivero -por las que acusan a Mario Pino Fernández-; y la de Víctor Martín Pino, de la que responsabilizan a Carlos Fabián Rivero.\El 1 de enero, Ríos fue trasladado al Hospital de Emergencias con un disparo en la cabeza que le provocó la muerte dos días después.\El 28 de enero cayeron por ese crimen Rubén Darío Reina, de 19 años, y un chico de 16. En la casa allanada, en pasaje Lirio 1950, había dos pistolas calibre 9 milímetros con la numeración limada, una carabina, cuatro cargadores y medio centenar de proyectiles que incautó la policía. Entre esas armas podría estar la que utilizaron para dispararle a Ríos, lo que dejaría a los detenidos aún más comprometidos en el homicidio.\Ayer, cuando detuvieron a Fernández, los agentes del Comando Radioeléctrico le secuestraron una cuchilla de unos 16 centímetros de hoja. La tenencia de la cuchilla ya amerita una falta, que se suma a la de las amenazas, si se comprueban.\Pero Fernández también está acusado de haber estado la mañana del 1 de enero entre los seis que le dispararon a Ríos, por lo que era buscado, además, por la brigada de Homicidios.\Ahora Fernández deberá responder por todas las acusaciones y, si lo reconocen como uno de los agresores, podría quedar detenido por el crimen.


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