Ricardo Melli juega en la primera división de Central Córdoba, pero anteayer no pudo practicar. La espalda surcada por golpes, mordeduras en los dedos de las manos y hematomas en los pies son las secuelas que le dejó golpiza a la que lo sometieron tres hombres en la puerta de su casa de la zona sur de la ciudad. Pero también la madre del muchacho fue atacada con brutalidad por los agresores. La mujer denunció el suceso en la seccional 21ª y en los tribunales provinciales, donde aseguró que uno de los atacantes es un policía y los otros dos son efectivos que fueron exonerados de la fuerza.
Lydia Rosario Luján tiene 42 años y hace 24 que vive con su hijo y su esposo en una casa de pasaje Patria 2294 (Oroño al 5300). El lunes al mediodía, su hijo Ricardo, de 22 años, dormía para reponer fuerzas después de entrenar con sus compañeros del equipo charrúa cuando el diálogo de tres hombres que se habían apoyado sobre la ventana lo despertó.
Insultos y violencia
Entonces, Lydia les pidió que se alejaran del frente de su vivienda, pero como toda respuesta recibió un insulto. "De acá no nos vamos, puta", dijo uno de los hombres. Entonces la mujer quiso ingresar a su casa y apenas pudo trasponer la puerta. Una tremenda cachetada le hizo perder el equilibrio y terminó en el suelo. A duras penas, Lydia alcanzó a tomar nota del número de patente del Renault 21 en que se movilizaban los atacantes. "Me metí adentro para llamar al Comando y en ese momento mi marido me dio un cartón para anotar la chapa del auto, que tenía una letra T y el número 240".
Pero la golpiza no terminó allí. Uno de los agresores bajó del auto y le propinó trompadas y patadas a la mujer, que se desplomó nuevamente al suelo. Mientras esto ocurría, los gritos de ayuda de Lydia alertaron a Ricardo, que salió corriendo para ver lo que estaba ocurriendo, pero apenas pudo preguntar. "Vinieron los tres, me golpearon y me metieron en la parte trasera del auto". Entonces, en el Renault en marcha, trompadas y patadas impactaban en la cara y la espalda del muchacho. "Hasta me mordieron los dedos de las manos", se quejó el futbolista charrúa.
A raíz de la golpiza Lydia quedó semiinconsciente y no pudo registrar lo que le contó una vecina que presenció la agresión. "Sacá el fierro y matalos", gritó uno de los hombres. La paliza terminó cuando pasó por el lugar el titular de la comisaría 21ª, comisario principal Angel Llorens, en su auto y detuvo a los agresores.
Vecinos peligrosos
De acuerdo a lo que Lydia le contó a La Capital, la agresión está vinculada con los problemas que tiene desde hace bastante tiempo con unos vecinos que viven en una casa lindante. "De eso estoy convencida", dijo la mujer.
"Los hermanos Salomón tienen antecedentes penales y todas las noches llegan a su casa autos sin patente. Yo me quejé porque no me dejan descansar y ellos mandan a gente para que me golpeen la persiana y me insulten. Esta gente cuenta con impunidad y tienen aterrorizado a todo el barrio".
Lydia radicó la denuncia en la comisaría 21ª y en el juzgado de Instrucción de turno, pero en la madrugada del martes recibió un nuevo ataque. "Una persona que pasó en bicicleta me tiró una bomba de estruendo en la ventana", dijo la mujer.
Por otra parte, en el expediente judicial aparecen como imputados por lesiones Rubén Oscar Navarrete, César Claudio Oroña y Carlos Oviedo Cortez. Según denunció Lydia, Cortez es un policía que revista en la Unidad Regional II mientras que Navarrete y Oroña fueron exonerados de la fuerza. "Cortez es el tío de los Salomón y vive en Patria entre Moreno y Balcarce", denunció la mujer.
La Ciudad
