Bogotá. - Al menos 35 muertos -29 militares y seis civiles- fue el saldo de la explosión de dos coches bomba y una casa donde la guerrilla colombiana almacenaba dinamita. El hecho más grave se registró el martes en la tarde en las afueras del pueblo de El Dorado, en el oriental departamento del Meta, donde estalló una casa en que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) escondían dos toneladas de dinamita. En el incidente murieron 29 militares. Siete de los cuerpos fueron rescatados el martes en la noche, mientras que el ejército reconoció ayer la muerte de otros 22 efectivos reportados como desaparecidos.
"Lamentablemente los 22 militares que dimos como desaparecidos inicialmente murieron. Muchos de los cadáveres quedaron desintegrados", aseguró un oficial del ejército. El incidente ocurrió durante una operación contra las Farc, en la que se registró un combate que dejó cuatro rebeldes muertos, mientras otros siete fueron capturados. Se trata de uno de los más graves golpes que sufre el ejército colombiano en los últimos meses en medio de la lucha contra la guerrilla izquierdista.
La otra explosión de un coche bomba el martes en la noche en la ciudad de Florencia, la capital del selvático departamento de Caquetá, dejó seis muertos, incluidos dos niños, y nueve heridos. El automóvil cargado de explosivos fue activado al paso de una caravana del ejército en un sector residencial de la ciudad y destruyó varias edificaciones.
Mientras, un vehículo cargado con 30 kilos de dinamita explotó en la madrugada de ayer en un sector comercial y residencial de Bogotá, cerca de un canal privado de televisión, sin dejar muertos ni heridos, informó la policía, que atribuyó el ataque a la guerrilla. "La bomba estaba oculta en un vehículo todo terreno que había sido robado. Por fortuna no hubo víctimas aunque sí daños materiales", expresó el comandante encargado de la policía metropolitana, coronel Rubén Carrillo.
Fuentes de seguridad atribuyeron el atentado a un comando urbano de las Farc, el principal grupo rebelde del país, que mantiene una escalada de ataques. Fue el cuarto atentado explosivo en Colombia y el segundo en Bogotá, ciudad con siete millones de habitantes, en los últimos cinco días.
La explosión de 10 kilos de dinamita colocados en una bicicleta en un barrio obrero mató el viernes de la semana pasada a una niña de cinco años y a cuatro policías. Las Farc intensificaron sus hostilidades pese a que se comprometieron el 20 de enero a discutir con el gobierno una tregua con cese de fuego y a llegar a acuerdos en esa materia antes del 7 de abril. La policía de Bogotá aseguró que en el ataque fue usado el mismo explosivo que contenía la bomba que estalló el viernes en la capital.
La escalada de ataques de las Farc en la últimas dos semanas deja hasta el momento al menos un centenar de muertos y millonarias pérdidas materiales por el derribamiento de torres de energía y puentes sobre carreteras. El enviado especial de las Naciones Unidas, James Lemoyne, expresó en La Habana que confiaba en que los ataques no fueran acciones de las Farc porque "sería lamentable para el proceso de paz".
En Cuba con el ELN
Representantes del gobierno, la sociedad civil colombiana y la guerrilla del ELN iniciaron ayer a puertas cerradas en La Habana un análisis en busca de parámetros que conduzcan hacia una negociación para la paz. El presidente cubano Fidel Castro asistió el martes a la inauguración de la "Cumbre por la Paz", que finalizará hoy, en que el líder de la Comisión Facilitadora, Jaime Barnal, agradeció la voluntad conciliadora de las partes involucradas en el conflicto y de los anfitriones cubanos. (Reuters y DPA)
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