El hogar de tránsito de Córdoba al 3700 atraviesa por estos días una situación crítica. La Secretaría de Promoción Comunitaria provincial le adeuda dos meses de subsidios y los fondos que llegan con cuentagotas son insuficientes para cubrir una demanda social incesante. El Estado santafesino le da asistencia sólo a 13 de los 40 menores que conviven en esta institución.
El hogar, que funciona desde el 87, se ha transformado en un lugar de derivación para casos de chicos en riesgo social.
Tanto los juzgados de menores de los Tribunales provinciales como la Dirección de Minoridad y Familia derivan los casos de menores fugados del hogar, abandonados, golpeados o prostituidos que necesitan una contención y un cuidado especial.
"Llegan a veces con sarna o piojos y acá se los controla y asiste con un equipo de psicólogos", apuntó la ex concejala Raquel Butazzoni, responsable del hogar.
En la casa, pintada toda de rosa, conviven desde lactantes hasta jóvenes de 21 años. Y en la actualidad residen unos 40 menores que, al finalizar las vacaciones, llegarán a 60.
Dos meses para atrás
La Secretaría de Promoción Comunitaria les adeuda el envío de subsidios correspondientes a los meses de noviembre y diciembre, que incluso resultan insuficientes.
Los 2.977 pesos que Butazzoni recibe por bimestre sirven para cubrir sólo a 13 plazas del hogar. "Está constatado por la propia provincia que aquí viven muchos más", resaltó la encargada de la institución.
Esta situación empujó a los responsables del hogar a cubrir las necesidades con la ayuda del prójimo. "Vendíamos un libro de poemas a tres pesos, pero hoy nadie compra nada", se lamentó la mujer. Tampoco dieron resultado las alcancías que se colocaron en las cajas de los supermercados locales. Para Butazzoni los resultados están a la vista. "Este mes ha sido terrible y los chicos se dan cuenta de que la comida está aguada", resumió.
La Ciudad
