Año CXXXV
 Nº 49.376
Rosario,
jueves  31 de
enero de 2002
Min 22º
Máx 30º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Editorial
Duro golpe para Rosario

La incertidumbre que ha generado la demora en la elaboración y presentación del nuevo plan económico tiene sumida a la República en una parálisis absoluta. No se vende, no se compra, se suspenden proyectos y, obviamente, no hay nuevas inversiones. Por eso urge ponerle fin a esta situación. Es imperioso que la Argentina se ponga en marcha.
Porque mientras más se prolongue este estado de cosas, más complicado será después remontar una cuesta que ya es demasiado empinada. Es en este marco en el que Rosario ha recibido un duro golpe: fueron totalmente paralizadas las obras del gran centro comercial que se está construyendo en el predio de la ex fábrica Estexa.
Así lo hicieron saber desde Chile los directivos de Centros Comerciales Sudamericanos (Cencosud), la corporación que explota las cadenas Jumbo y Tiendas Easy, y que lleva adelante el proyecto. La carencia de precisiones sobre el rumbo que adoptarán las autoridades argentinas fue el motivo excluyente. Hasta el momento se llevaban invertidos 30 de los cien millones de dólares previstos. El grupo tenía planeado invertir 300 millones en cuatro años en la Argentina pero, al menos por ahora, esos planes han ingresado en un compás de espera.
En contraposición con esta mala noticia, cabe destacar la decisión de las autoridades de Puerto de Tarragona de seguir adelante con la inversión prevista para el Puerto de Rosario. El grupo catalán confirmó que mantendrá las condiciones acordadas en la licitación, que le otorgó la concesión de la terminal portuaria local por 30 años. Es fundamental que las inversiones no se frenen porque se trata de una posibilidad concreta de que Rosario comience nuevamente a transitar un camino que la lleve a recuperar su imagen de trabajo y producción. Y el puerto es clave para ello.
El gobierno nacional debe dar señales claras y convincentes del rumbo que va a seguir. Sólo de esa manera se evitará que sigan cerrando empresas, que se multiplique la legión de desocupados y que las inversiones se paralicen. No hay margen para el error.


Diario La Capital todos los derechos reservados