Año CXXXV
 Nº 49.376
Rosario,
jueves  31 de
enero de 2002
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cartas
Los argentinos estamos refundidos

Públicamente el primer magistrado ha dicho "estamos refundidos". No todos estamos de acuerdo. Creo que tendría que haber dicho "no todos están refundidos". Hay que separar las aguas como corresponde. Casi todos aquellos que han desarrollado una actividad lícita y productiva en los últimos 20 años, están "refundidos". Pero no están refundidos: los que ocupan cargos públicos a nivel nacional, provincial y municipal; los miembros de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial; los que cobran jubilaciones de privilegio; los que ocuparon la Dirección del Banco Central y de los Bancos Oficiales; los dirigentes gremiales. Todos los ex. Los ex presidentes, los ex vicepresidentes, los ex ministros y todos los ex funcionarios, que habiendo trabajado un tiempo limitado aseguraron su futuro bienestar. No están "refundidos" porque aparte del sueldo que se autofijan, debemos agregar, como complemento, los gastos reservados, los subsidios, los viáticos, movilidad, telefonía móvil y un despilfarro sin control con un sinnúmero de nombramientos de sus propios familiares, parientes, parientes de los parientes, amigos y los buenos muchachos del comité. Falta que le asignen un sueldo al perro y lo hagan aparecer en el presupuesto como gastos de vigilancia privada. Conocemos a miles de empresarios que tuvieron que presentarse en convocatoria de acreedores. No conocemos a nadie vinculado a la "clase política" que haya quebrado. Señores gobernantes, no todos están refundidos. Dijo Santa Teresa de Jesús (y otros): "La única verdad es la realidad". La única verdad de esta diabólica realidad es que el pueblo argentino se fue empobreciendo en la misma medida en que la clase política se fue enriqueciendo.
LE 3.684.891


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