Un millar de desocupados agrupados en la Corriente Clasista y Combativa (CCC) se movilizaron ayer por las calles de Rosario pidiendo 100.000 nuevos planes de trabajo para la provincia de Santa Fe. La columna fue integrada por vecinos de 32 barrios carenciados de la ciudad y de Villa Gobernador Gálvez, Chabás, San Lorenzo, Villa Constitución, Casilda, El Trébol y Pérez. Para expresar su reclamo también realizaron una olla popular e instalaron una carpa frente a la sede local de la Gobernación, que prometen retirar cuando logren entrevistarse con Carlos Reutemann. Hacia la noche, la protesta concluyó con un cacerolazo en Plaza San Martín, al que se sumaron distintas organizaciones sindicales. La marcha partió a las 9 desde Urquiza y Oroño con una extensa bandera argentina llevada por jóvenes, niños y mujeres. La primera posta fue en la Secretaría de Trabajo de la provincia, ubicada en San Lorenzo y Ovidio Lagos, hasta donde llegaron con el objetivo de lograr una audiencia con el titular de esa repartición, Oscar Ercoli. El funcionario no pudo atenderlos, ya que estaba en el Ministerio de Trabajo de la Nación ultimando detalles para la implementación de los 25.500 subsidios para jefes de familia que se destinarán a la provincia. El coordinador general de la secretaría provincial, Francisco Arcando, atendió a una delegación de los barrios, quienes transmitieron sus principales reclamos. Entre estos pidieron 100.000 nuevos planes de empleo para la provincia, en lugar de los 25.500 anunciados la semana pasada por la Nación y que los planes sean de 200 pesos y no de 120 como pretende el gobierno. La manifestación se trasladó después hasta la sede local de la Gobernación, en Santa Fe y Dorrego. Sobre el mediodía instalaron en la plaza una carpa, e hicieron una olla popular. Pasadas las 20, se sumaron a la protesta distintas agrupaciones gremiales y vecinos de la zona quienes concluyeron la jornada con un cacerolazo.
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