Jerusalén/Gaza/Viena. - Tropas israelíes entraron ayer a primera hora en una aldea cisjordana cercana a Belén y arrestaron a tres presuntos terroristas palestinos, mientras el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasser Arafat, recibía el apoyo de, entre otros, el secretario general de la ONU, Kofi Annan. Estados Unidos, por su parte, expresó su frustración a Arafat por los 16 meses de violencia ininterrumpida.
Respaldados por tanques y helicópteros, los soldados israelíes incursionaron en Irtas, al sur de la ciudad cisjordana de Belén, y se retiraron tres horas más tarde luego de arrestar a tres palestinos, al parecer hermanos. Uno de ellos podría ser un alto miembro de la organización radical Jihad Islámica, según fuentes israelíes y palestinas.
Cinco tanques ingresaron al poblado bajo administración palestina disparando en todas las direcciones, señalaron los reportes. Al menos cuatro palestinos resultaron heridos durante la operación, uno de ellos de gravedad, indicaron fuentes médicas palestinas. Sin embargo, el ejército israelí aseguró que fueron heridos por los palestinos que durante la acción dispararon desde fuera de la aldea contra los soldados israelíes.
Tras la operación, activistas palestinos de la ciudad de Beit Jala abrieron fuego contra la localidad de Gilo, adyacente a Jerusalén, causando daños en seis edificios, dos vehículos y un puesto militar. Otros activistas también dispararon contra el asentamiento judío de Pesagot, cerca de Ramala, y la localidad israelí de Sa-Nur, al sur de Jenin.
Entre tanto, Arafat, quien desde hace dos meses se encuentra prácticamente bajo arresto domiciliario en Ramala, rodeado por el ejército israelí, recibió el respaldo de muy diversas fuentes. El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, advirtió en Viena en contra del aislamiento del líder palestino y demandó una nueva iniciativa de paz internacional para Medio Oriente.
"Arafat es el líder del pueblo palestino", afirmó Annan. No hay que aislar a Arafat, sino que hay que "darle espacio y tiempo para actuar. Si Arafat es debilitado hasta el límite del desfallecimiento, entonces tendremos un gran problema", advirtió.
También el fundador de la organización radical Hamas, jeque Ahmed Yassin, afirmó ayer en el periódico Al Quds que Arafat es el "líder del pueblo palestino". Yassin expresó: "Israel nunca mataría o derrocaría a Arafat. Ningún sucesor de Arafat aceptaría nunca la política del dictado del gobierno israelí y rechazaría los injustos acuerdos que niegan a los palestinos sus derechos legítimos", agregó.
"Hamas apoya a Arafat, quien de manera injusta está bloqueado por el ejército israelí", continuó Yassin. "Advertimos a Israel que no le haga nada al presidente Arafat, ya que esto sólo provocaría más violencia y derramamiento de sangre", indicó.
La ANP acogió además con satisfacción la declaración emitida la víspera por los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea (UE), en la que se ratifica el criterio comunitario de que Arafat sigue siendo el socio indicado para las negociaciones de paz con Israel. El pronunciamiento de los ministros del Exterior de la UE, dado a conocer el lunes en Bruselas, subrayó que también Israel necesita a Arafat como interlocutor en el proceso de paz.
La declaración de la UE fue "un paso importante a la luz de la escalada de las manifestaciones estadounidenses contra la Autoridad Nacional Palestina y contra Arafat", comentó el ministro palestino para Cooperación Internacional, Nabil Shaath, por vía telefónica desde Bruselas a la emisora La Voz de Palestina.
Por su parte, el ministro del Exterior español, Josep Piqué, cuyo país ostenta este semestre la presidencia rotativa de la UE, anunció ayer en Bruselas que la carta que la UE enviará a Israel exigiendo el fin de la destrucción israelí de los proyectos financiados por los Quince en la Franja de Gaza y Cisjordania incluirá una demanda de reparación de daños.
Críticas de Washington
Estados Unidos culpó a Arafat de "perder la oportunidad" de establecer un Estado palestino. La crítica reflejó un creciente endurecimiento de la postura de Washington sobre el levantamiento palestino contra la ocupación israelí en la Franja de Gaza y Cisjordania.
Estados Unidos ha presionado intensamente a Arafat para que reprima a los militantes detrás de los ataques contra israelíes, pero el presidente George W. Bush dijo la semana pasada que se sentía "muy decepcionado" de los esfuerzos del líder palestino. Bush está comprometido "al final del proceso, a la creación de un Estado palestino y eso es otro ejemplo de la oportunidad perdida que Arafat tuvo y dejó pasar", aseguró el lunes el portavoz de la Casa Blanca Ari Fleischer. (DPA y Reuters)