Testigo de la Amia dio pista sobre la explosión

Un testigo aseguró ayer ante el tribunal que sustancia el juicio por el atentado a la Amia que vio cómo se introducían materiales de construcción para refaccionar la mutual por un edificio lindero al de la entidad destruida el 18 de julio de 1994, dato que entusiasmó a los abogados de los acusados, que desde un primer momento trataron de desvirtuar la hipótesis del cochebomba. Es que, si logran sembrar la duda de que la bomba pudo haber sido ingresada en medio de las bolsas de escombros, se caería la principal imputación que pesa sobre el ex reducidor de autos y cuatro ex policías bonaerenses que están acusados de haber entregado la camioneta a los terroristas. Sin embargo, tanto fiscales como querellantes rechazan tajantemente esa posibilidad. Y sostienen que, a través de las pericias, está fehacientemente acreditado que el edificio de Pasteur 633 fue volado con una bomba que transportaba una camioneta Renault Trafic. Ayer, frente a los jueces Miguel Pons, Gerardo Larrambebere y Guillermo Gordo, Gabriel Roffe, dueño de un departamento ubicado en el octavo piso de Pasteur 611, aseguró que dos pisos más abajo funcionaban las oficinas de la Daia y que éstas estaban conectadas con el edificio de la Amia. En ese marco, Roffe señaló que en algunas oportunidades se ingresó material para las refacciones desde el edificio que él ocupaba. Y dijo que lo sabe porque cuando se hacía el traspaso se ocupaban uno de los ascensores y en una oportunidad una de las cabinas quedó dañada por "el ingreso de material" y hubo que arreglarlo. (DyN)