A pesar de la irrupción de las empresas líderes en el mercado triguero local, sobre todo para cumplir con los embarques comprometidos a Brasil, la amenaza de una nueva parálisis en el comercio de granos comenzó a hacerse sentir. Mientras los exportadores siguen reclamando por una solución definitiva al pago de las deudas por devolución del IVA, el mercado de futuros de Buenos Aires sigue sin operar por "la falta de reglas claras" en el marco del nuevo régimen cambiario.
Los mercados granarios estuvieron paralizados durante casi un mes por la incertidumbre cambiaria y la falta de acuerdo entre compradores y vendedores sobre a qué precio fijar las operaciones. La semana pasada, y con la presión de que podrían perder mercados de exportación, los operadores de la cadena retomaron la actividad.
Un informe del Inta difundido ayer señala que los factores más relevantes que impulsaron la reanudación de operaciones en el mercado físico fueron la promesa del gobierno de activar el mecanismo de prefinanciación de las exportaciones y la devolución del IVA a los exportadores. A esos reclamos puntuales se sumó el pedido de una reunión bilateral solicitada a la Argentina por parte de Brasil, para eliminar temporalmente el arancel externo común (AEC) del trigo.
Sin embargo, la resurrección del mercado físico no fue acompañada por los mercados de futuro, ámbito en el cual los productores pueden cubrirse de las oscilaciones de precios. La parálisis total envuelve al Mercado a Término de Buenos Aires (MAT), que decidió frenar su actividad hasta que el gobierno decida si puede seguir operando en dólares.
El MAT continúa incierta con sus rondas paralizadas, mientras que el Banco Central extendió hasta el 15 de marzo próximo el plazo para pesificar de manera voluntaria las cuentas bancarias, de manera que la entidad tendría más tiempo para buscar una solución que le permita continuar funcionando. En tanto, desde el 25 de este mes, el Término de Buenos Aires comenzó a pagar los negocios que se habían concretado en diciembre a la cotización de 1,40 peso por dólar.
No obstante, pese a las reuniones al más alto nivel encaradas por sus dirigentes, las operaciones no se reanudaron y se deberá continuar bregando para reglamentar las mismas.
Estrategias diferentes
La decisión adoptada por el Mercado a Término de Rosario (Rofex) es distinta, a pesar de que también está afectado por la incertidumbre respecto de cómo operar en el largo plazo en el marco de la devaluación. Las operaciones en las plazas de futuro se realizaban hasta diciembre pasado en dólares.
A diferencia de sus colegas porteños, en el Rofex reanudaron las operaciones, aunque fundamentalmente para posibilitar las compensaciones y mantener los contratos.
La entidad realiza la ronda en dólares y mantiene sus reglamentos, pero aceptando que las operaciones y los ajustes sean liquidados al tipo de cambio oficial.
En ese sentido, operadores del sector explicaron que las decisiones divergentes tomadas por ambos mercados a término obedecen exclusivamante a las estrategias dispares que decidieron encarar las respectivas autoridades, aunque en el fondo el problema d ela incertidumbre subsiste para ambos casos.
La Ciudad
