El presidente Eduardo Duhalde aseguró ayer que los argentinos "estamos refundidos" y ratificó que el próximo sábado dará a conocer el plan que el ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, llevará al FMI. Por otra parte, negó que acepte presiones de ese organismo o de las empresas privatizadas para modificar algunas decisiones que perjudiquen sus intereses. Ayer, Duhalde se reunió con el presidente uruguayo, Jorge Batlle, quien destacó que los organismos financieros internacionales "comienzan el diálogo natural y normal que nunca debió interrumpirse" con Argentina, a la vez que renovó el apoyo de los países del Mercosur a este país. Batlle se reunió al mediodía con Duhalde, en la quinta presidencial de Olivos, para analizar la crisis argentina y el impacto que tiene en el vecino país. Luego de la reunión, el presidente uruguayo ofreció una breve conferencia de prensa, acompañado de Duhalde, en la que dijo que "Uruguay siente la necesidad, igual que todo el Mercosur, de apoyar a la Argentina y advierte que los organismos internacionales comienzan el diálogo natural y normal que nunca debió haberse interrumpido". Horas antes, en su segunda incursión en el programa "Conversando con el presidente" -que se emite tres veces por semana en Radio Nacional y que se convirtió prácticamente en el único contacto que mantiene Duhalde con la gente-, dijo que las medidas que anunciará buscan también destrabar el corralito. En otro orden, reiteró que "los argentinos estamos refundidos", aunque destacó que la devaluación posibilitó "signos alentadores" en varias economías regionales que ganaron competitividad exportadora. Además advirtió que "cualquier presidente de un país digno no puede aceptar presiones y no podría aceptarlas de empresas de servicios públicos que aplicaron tarifas excesivas. No podría aceptar presiones de empresas petroleras que ganaron mucho y quiero que sigan ganando pero que aparte hacen su aporte". Agregó que "con el FMI, que somos socios, no es que no vamos a aceptar presiones (sic), vamos a ir con nuestro plan". Duhalde insistió en la necesidad de proteger el interés de la Argentina. "Tenemos que despertar la conciencia nacional" y manifestó que hay que "terminar con la mentira de que podemos salir con alquimias financieras rentísticas". Al respecto, dijo que el país saldrá "únicamente con trabajo y esfuerzo de su gente" y destacó que la industria y el comercio se moverá "mucho más rápido de lo que imaginamos". Comentó que venía de una reunión con ministros de la Producción de todo el país, y "ellos -destacó- ya ven signos alentadores" a partir de la nueva paridad de 1,40 peso por dólar. Sostuvo por otro lado que la convertibilidad ya había muerto durante la agonía del gobierno de Fernando de la Rúa y que lo único que él hizo fue "sincerar la situación". Al comentar la situación anterior, Duhalde recordó que en las arcas del Estado no había ni siquiera 600.000 pesos para ayuda social y entonces "tuvimos que salir como bomberos, mi esposa pidiendo a los supermercados que donaran mercaderías, alimentos. A eso llegamos". Dijo también que el PAMI quedó debiendo "más de 5.000 millones a proveedores". En consecuencia, manifestó ante una pregunta que "no estamos fundidos, estamos refundidos, esa es la situación".
| |