La banca estadounidense JP Morgan habría detectado presuntas irregularidades en el manejo del Banco General de Negocios durante una auditoría ordenada para una posible compra de la entidad local, dijeron ayer altas fuentes judiciales. Lo curioso es que, de acuerdo a estos trascendidos, los datos para descubrir el delito habrían sido acercados por el presidente del BGN, José Puchi Rohm, quien cargó todas las culpas a su hermano Carlos. El nuevo hecho es investigado por la jueza federal María Romilda Servini de Cubría, quien tiene en sus manos el caso de la presunta fuga de divisas del país durante el corralito bancario.
Desde mañana, un centenar de ahorristas, entre ellos muchos "ricos y famosos" comenzarán a desfilar por los tribunales federales para explicar cómo hicieron para saltar el corralito.
Respecto a la situación de los directivos del BGN, voceros de JP Morgan habrían comunicado ayer al Banco Central que detectaron "un presunto fraude, que podría alcanzar los 250 millones de dólares" por parte de directivos del BGN. Sorpresivamente, los informantes explicaron que los datos habían sido suministrados por el presidente del BGN, José Puchi Rohm, quien habría responsabilizado a su hermano, el detenido Carlos Rohm, por estos hechos.
Carlos Rohm está acusado de subversión económica, asociación ilícita y fuga de divisas, mientras su hermano José se encontraba hasta las últimas horas prófugo en Estados Unidos, imputado por los mismos cargos.
La JP Morgan Chase, que cuenta con el 26,03% del paquete accionario del BGN -ya que compró a la dueña original de esos papeles, la Chase International Finance- habría ordenado una auditoría interna que llevó adelante una consultora internacional en el marco de una posible compra total del BGN, y en ella se habría detectado el fraude.
Los que levantaron el cepo
Desde el jueves, en el marco de la causa por la fuga de divisas en pleno corralito, comenzarán a pasar por los tribunales federales unos cien ahorristas que habrían violado el corralito financiero.
La jueza federal Servini de Cubría aseguró que antes de llamar a declarar por este tema al ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, primero, se debe hacer una "profunda" investigación sobre la actitud del Banco Central y para ello se indagará al ex titular del Banco Central, Roque Maccarone.
"Lo cité para saber qué me dice -comentó la magistrada-. Es muy interesante saber y poder descubrir cuáles han sido las actitudes del Banco Central, que tenía la obligación de controlar y de supervisar a los distintos bancos".
Por ahora, la jueza envió a la Policía Federal una lista de 138 personas que comenzarán ser citadas, por orden alfabético y en tandas de seis, para que presten declaración indagatoria -o sea como sospechosas- a partir del jueves y hasta el 15 de febrero próximo.
Entre ellas figuran, por ejemplo, la conductora televisiva Cecilia Zuberbühler y el ex viceministro de Defensa durante el gobierno de Carlos Menem, Jorge Pereyra de Olazábal; Enrique Gómez Palmes, ligado a la conducción BGN, y la estanciera María Teresa Blaquier, dueña de uno de los mejores tambos de la Argentina.
En la lista, además, aparecen apellidos de clase alta, como Dodero, Cordero, Anchorena, Furlong, Estenssoro, Novillo Astrada, Santamarina, Soler y Zimmermann. Los investigadores sospechan que clientes habrían abierto plazos fijos en la Compañía General de Negocios, una empresa uruguaya que pertenecería al BGN, como para tratar de demostrar que la plata estaba allá, cuando en realidad el dinero habría permanecido en la Argentina, a disposición de sus titulares, comentaron fuentes judiciales.