Año CXXXV
 Nº 49.375
Rosario,
miércoles  30 de
enero de 2002
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cartas
Obras faraónicas del intendente

Hace algunos días nuestro intendente municipal trató de explicar que las obras encaradas por su gestión no podían considerarse faraónicas. A continuación trataré de explicar por qué no acuerdo con los dichos del intendente. Todas las dinastías faraónicas del antiguo Egipto tenían la función primordial de gobernar, ello implica entre otras actividades la de ejecución de obras públicas. Así cada dinastía construía palacios para sedes de gobierno, graneros para guardar cosechas para épocas de escasez, construcciones militares, etcétera. Estas obras se sucedían, las que comenzaban una dinastía las terminaba la siguiente. Pero había un tipo de obra a la que le cabe el nombre de faraónicas que eran empezadas y terminadas dentro del período de reinado del faraón. Esta era destinada a su tumba diseñada para que su nombre sea conocido por las sucesivas generaciones. Las obras ejecutadas por el intendente Hermes Binner: centros descentralizados de distritos, Heca, Cema, jardín de niños, fuente del laguito, ciertamente que son obras faraónicas. Si bien su objeto no es convertirse en tumba del intendente, tienen una clara e indiscutible misión: la de dejar marcada en la ciudad la huella del paso de este hombre por la administración pública. Para ello eligió a arquitectos famosos (igual que los faraones), obras símbolo (las pirámides) y las tiene que terminar en el tiempo de su gobierno (el cuerpo del faraón debía descansar en ellas). El hombre no escapa a su destino y a pesar de que pasaron más de cinco mil años nada ha cambiado.
DNI 11446108


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