| | La policía desbarató una cruel cinchada de caballos Los animales tiraban en direcciones opuestas de dos carros que estaban unidos entre sí por una cadena
| Sin piedad. La policía desbarató una cinchada de caballos en la zona oeste de la ciudad y demoró a cuatro hombres que apostaban a cuál de los dos animales resistiría la fuerza del otro y lograría ganar la contienda. Los dos equinos estaban unidos a dos carros que se encontraban atados entre sí por los extremos de una cadena. Los caballos tiraban, azotados por sus dueños, en direcciones opuestas. El espectáculo terminó abruptamente cuando los uniformados irrumpieron en el lugar, lo que provocó el desbande de unas 50 personas. El procedimiento fue realizado el sábado a la tarde por efectivos de la subcomisaría 22ª, quienes llegaron hasta la calle Bernhein al 9900 alertados por los comentarios de vecinos que aseguraban que allí se realizaría una cinchada de caballos. La comisión policial se ubicó a unos metros del lugar y a los pocos minutos pudo ver cómo llegaban "varios caballos y cerca de 50 personas". Al poco tiempo, dos animales fueron atados a dos carros y se ultimaron los detalles para comenzar la cinchada. Fue allí cuando los policías llegaron al lugar y se generó una masiva corrida de los presentes. No obstante, fueron detenidos cuatro hombres a los que se labraron infracciones a la ley de juegos prohibidos, y se secuestró un caballo y el carro del que tiraba. La práctica de cinchadas suele ser muy común en el campo. En realidad, lo que se hace es enseñarle al caballo a tirar con fuerza del extremo de un lazo que lleva atado a la cincha (tira de cuero o piolines que abrazan el vientre del animal y sujetan el recado) para luego utilizarlo en la redada de animales, especialmente el ganado. La enseñanza consiste en atar el extremo de una soga a un tronco o una rueda de carro y el otro extremo a la cincha del caballo. Luego se le hace arrastrar esa carga al animal que, lentamente, va aprendiendo el oficio de cinchar. Cuando esté listo, el jinete podrá salir en auxilio del ganado enfermo. Una vez que localice al animal, lo enlazará y luego el caballo hará el resto: tirará de la cuerda y el ternero caerá al suelo para que el jinete pueda curarlo.
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